La Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón ha comenzado este viernes el curso con el ambiente «igual de crispado» que el pasado, según ha reconocido la socialista Olvido Moratinos. El rifirrafe ha sido más político y económico que sanitario, y tenido como protagonistas a la consejera de Sanidad, Sira Repollés, y la popular Ana Marín, con el telón de fondo de la falta de especialistas en algunos hospitales de la comunidad. La comisión ha comenzado con actitud constructiva, de hecho Repollés se ha comprometido a «consensuar» medidas para paliar esa necesidad. Ha dicho que se trata de un «problema estructural» que afecta a toda España pero pronto achacado la insuficiencia de la oferta formativa a los Gobiernos nacionales del PP de hace una década, frente a la del Ejecutivo de Sánchez, que para 2022 ofrece 10.634 plazas. Marín le ha reprochado a Repollés la «politización» de la falta de profesionales, y ambas se han echado en cara las deudas dejadas al Gobierno de la otra parte, poniendo de manifiesto que el curso político ha comenzado.

La consejera ha comparecido en las Cortes, a petición de Vox, para dar a conocer cómo el Ejecutivo intentar paliar la falta de médicos y especialistas en los hospitales. El portavoz de este partido ha dado como soluciones una Evau «igual para todos» que hace que sea más difícil para los aragoneses conseguir plaza en Medicina; un «Mir igual para todos los españoles frente a la amenaza de otras comunidades» y lograr el arraigo de los aragoneses para que no se vayan fuera. Repollés ha respondido que las cifras señalan que «no lo estamos haciendo tan mal», ya que de los 203 residentes que acabaron el Mir en 2021, «116 han aceptado el trabajo ofrecido en Aragón», a lo que hay que añadir que algunos profesionales de comunidades vecinas «se forman aquí». De esos, el 75% de los aragoneses han seguido trabajando en Aragón. Y en cuanto a medicina familiar y comunitaria, han sido «casi tres de cada cinco se quedan» siendo tres de cada cuatro en el caso de los aragoneses.

Para paliar la situación, ha apostado por la colaboración entre los hospitales periféricos y los de residencia, en la formación, medidas retributivas, flexibilización de jornadas y ampliación de la vida laboral.

Los partidos que sustentan al Ejecutivo han señalado que la Sanidad sirve para vertebrar el territorio» (Podemos), que en el futuro crecerá la demanda de especialistas (CHA),y que se trata de un problema enquistado (PAR). Por su parte IU dijo que hay que paliar la falta de especialistas.

Además, la comisión ha abogado porque la tarjeta sanitaria funcione en todo el sistema nacional de Salud; y ha pedido de forma unánime crear una unidad satélite de radioterapia en Teruel, y que sea antes de que se inaugure el nuevo hospital de la capital.

Por otra parte, para el presidente del PP Aragón, Luis María Beamonte, la Sanidad ha sido «el gran fracaso del Gobierno de Lambán», según dijo en una reunión con los trabajadores del hospital Ernest Lluch de Calatayud, donde ha escuchado sus demandas, similares a las de otros centros «llamados periféricos». Esa falta de especialistas se debe a «contratos precarios en contraste» con otras comunidades que ofrecen «contratos fijos». Por eso ha pedido un Pacto por la Sanidad en Aragón cuyas líneas maestras están basadas en un gran consenso.