Aragón prevé que en un plazo de 15 días todos los mayores de las residencias de la comunidad hayan recibido ya la tercera dosis contra el covid. Su administración empezó el viernes y son ya 300 las personas inmunizadas de las 15.500 que deben ponerse esta vacuna de recuerdo en los centros residenciales. La idea es cumplir con el objetivo «entre esta semana y la próxima», según señaló ayer la consejera Ciudadanía y Derechos Sociales de la DGA, María Victoria Broto. Si puede conseguirse antes de los 15 días, mejor.

El protocolo marca que primero debe comenzarse por las residencias libres de covid, mientras que se irán dejando para el final aquellas que tienen algún contagio. En estos momentos, en las residencias de Aragón hay 20 brotes activos que afectan a unos 400 residentes. «Algunos están a punto de finalizar», matizó Broto. «Viniendo hacia aquí pensaba en cómo ha cambiado todo desde diciembre, cuando estuvimos aquí (en la residencia de mayores Romareda) con la primera vacuna contra el covid en Aragón. No pudimos entrar y nadie pudo salir», recordó Broto.

Emilia Nájera: «Ahora me siento más segura todavía»

Emilia Nájera, la aragonesa de 80 años que en diciembre se convirtió en la primera persona en ser vacunada contra el covid en la comunidad, volvió a acaparar este lunes todos los focos. Confiada y segura de sus palabras, atendió a la prensa con naturalidad y desparpajo. «Ahora me siento más segura todavía», decía. «Lo que hay hacer es vacunarse todos, porque no puede ser que los abuelitos sí y los nietitos no», añadió en clara referencia a esas bajas coberturas entre los colectivos de menor edad. «Todo el mundo debe hacerlo porque es una necesidad para salir de esta situación. Esta vacuna es para vivir todo el mundo bien y con esa esperanza nos la ponemos», añadió Nájera, quien el pasado 23 de abril, Día de Aragón, recibió la Medalla de las Cortes en nombre de todas las personas mayores. Junto a ella también se inmunizaron otros residentes, como Manuel Cebolla, Carmen García, Julio Coscolla, Trinidad Chueca y María Cruz Martínez. Todos manifestaron su satisfacción por ser de los primeros en recibir esta dosis de recuerdo.

El parámetro que determina la administración de la tercera dosis es la edad y la vulnerabilidad de la persona, dos requisitos que cumplen los mayores pero no los trabajadores de estos centros. Broto, de hecho, descartó que ellos se tengan que poner esta vacuna. «En este momento los trabajadores no están en esa situación», dijo la consejera.

Las fiestas, en el horizonte

En Aragón, los empleados en residencias que todavía no se han inmunizado son un 3% de los más de 13.000 que hay. Broto volvió a insistir allí en la recomendación de que reciban el pinchazo. «Creo que vacunarse es una responsabilidad mora y ética», dijo.

Por otro lado, la consejera señaló que mantendrán una reunión con el Departamento de Sanidad antes de la semana del Pilar con el fin de valorar si es necesario tomar medidas extra en las residencias para esas fechas. Por ahora no se plantean, pero nadie sabe lo que puede pasar en unas semanas. «Nos moveremos siempre por la situación epidemiológica. No sé si se flexibilizarán o se pondrán nuevas, porque hay que esperar antes de decidir siempre de acuerdo con Sanidad», señaló Broto.