El próximo 20 de febrero concluyen los Juegos Olímpicos de Pekín. Para esa fecha, España no solo tendría que tener armonizada la candidatura conjunta de Aragón y Cataluña, sino presentada una propuesta. Los plazos, ya se ve, son cortos. Mientras Cataluña ni siquiera le ha puesto fecha al referéndum de los territorios que deben decidir si encienden la llama olímpica, en Madrid se trabaja en una labor más institucional, intentando aunar intenciones, buscar beneficios comunes, que en este caso pasan en primer lugar por que Aragón y la comunidad vecina se pongan de acuerdo.

Las votaciones para elegir la ciudad que alberga los Juegos, de verano o invierno, se realizan siete años antes. La cita de 2026 en Italia, concretamente en Cortina D’Ampezzo, se decidió el 24 de junio de 2019. Los que llegan a principio de año en Pekín quedaron avalados el 31 de julio de 2015. Para cuando llegue ese momento en China, España debe tener algo más que una intención. Y en ese momento se sabrá si hay algo más que una intención.

En principio, antes de esos Juegos o de forma paralela debe haber una propuesta. Claro que para que la haya, primero debe haber un acuerdo entre las tres patas. La tercera es el Gobierno de España, muy favorable a que se puedan albergar estos Juegos. Igual que Zaragoza, cuyo alcalde, Jorge Azcón, se desplazó este miércoles a Madrid para conocer de primera mano cómo va la candidatura, en palabras de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE). «En la medida que de mí dependa, como alcalde de Zaragoza, haré todo lo posible porque esa unión exista. Sin esa colaboración e igualdad, no habrá Juegos de Invierno y será muy mala noticia para todos».

El papel de Zaragoza está por determinar, pero si llegara la cita sería en Barcelona o en Zaragoza donde tendrían lugar las ceremonias de inauguración y clausura, «una de ellas en nuestra ciudad, como es evidente», explicó Azcón, consciente de que el esfuerzo principal debe ser que la candidatura gire alrededor del interés deportivo. Todo lo que sea debate político no ayuda, por eso el COE quiere poner el foco en el deporte, que todo el mundo interiorice que el éxito de la candidatura está por ahí. Se trataría, por decirlo así, de abrir un paraguas social para la candidatura. El alcalde zaragozano le trasladó a Blanco que no se mueve por un criterio político sino de efectividad y que hará lo que crea que le va a ir bien a la candidatura.

Sí existe un punto indiscutible, principio y fin de todo. Si no van las dos comunidades unidas, no habrá candidatura. Tiene que haber objetivamente un acuerdo entre Aragón y Cataluña para que el proyecto salga adelante. La candidatura de Cataluña en solitario no va a ser, igual que no sería la de Aragón en solitario. Si uno de los dos decide retirarse, no habrá Juegos. 

Beamonte duda que Cataluña quiera los Juegos

«Que no venga aquí Pedro Sánchez a decirnos que Aragón y Cataluña van a concurrir en igualdad de condiciones. Que vaya a decirlo a Cataluña, que es donde ponen pegas». Las palabras son de Luis María Beamonte este miércoles por la mañana en Aragón TV, donde mostró poca confianza en que los Juegos 2030 salgan adelante. «Si depende de Cataluña y de su presidente» no habrá cita olímpica en España. «Que nadie se equivoque, el objetivo de Pedro Sánchez no era anunciar la candidatura sino blanquear la infame mesa del día anterior en Barcelona. Lo que está generando es que cada vez haya más distanciamiento entre las comunidades. Si las dejó tiradas en la pandemia, qué no puede pasar ahora con una posible candidatura o con la financiación autonómica», dijo el líder del PP en Aragón, que mostró su apoyo la candidatura, pero puso en duda lo que quiere el Gobierno de Cataluña. Me fío del conjunto de los aragoneses y de muchas fuerzas aragonesas, pero no de Pedro Sánchez».