Los bancos han acelerado el proceso de reducción de la red de oficinas, que se viene produciendo desde el estallido de la crisis económica de 2008. La situación es tal, que Aragón va camino de acabar este año con el número de sucursales más bajo de toda su historia. La comunidad cuentau ahora con 879 establecimientos, según los últimos datos publicados por el Banco de España correspondiente al pasado mes de junio. Solo en el primer semestre han desparecido 72 establecimientos financieros, es decir, el 7,5% de los 951 que había en la autonomía al finalizar el año pasado.

Se trata del tercer registro más bajo de una serie estadística que arranca en el mes de diciembre de 1974. Solo entonces y en marzo de 1975 había cifras inferiores (857 y 878, respectivamente). Con el ritmo de cierres que se viene dando, cada semana bajan la persiana una media de tres oficinas bancarias en la comunidad. O lo que es lo mismo, 12 al mes. Si se mantiene esta tendencia, como todo hace indicar, Aragón tendrá al cierre del presente ejercicio menos sucursales bancarias que nunca.

Esta situación es una muestra clara de la profunda transformación que vive el negocio bancario. El proceso de reestructuración de la red comercial presencial se inició con la crisis del ladrillo del 2008 y continuó siendo una constante en los años de la recuperación por la digitalización de los servicios y el salto a la banca online, un cambio de paradigma que con la pandemia de coronavirus no ha hecho más que intensificar más si cabe.

Un recorte del 49%

La comunidad prácticamente tiene la mitad de las sucursales que hace trece años. En concreto, han cerrado el 49% de ellas, desde el máximo alcanzado en diciembre del 2008, cuando había 1.796, a las 879 que se contabilizaban el pasado mes de julio. De esta manera, se ha bajado la persiana a un total de 917 oficinas en dicho periodo, sin incluir los establecimientos financieros de crédito.

El ajuste ha continuado con fuerza entre los meses de junio de 2020 y 2021, con la eliminación de 87 sedes. En esto ha influido los recortes provocados por el último ere de Ibercaja o la fusión de Caixabank y Bankia. El proceso incluso se ha intensificado, ya que el número de cierres acumulado en los últimos 12 meses es mayor al de los tres periodos anteriores tomando como referencia el citado mes (56 menos en el 2020, 17 en el 2019 y 58 en el 2018).