El Gobierno de PP-Cs del Ayuntamiento de Zaragoza someterá a votación su propuesta de ordenanzas fiscales en el pleno de diciembre. Hasta entonces, además de la burocracia administrativa, tiene por delante una ardua negociación con su socio preferente, Vox, que no se lo va a poner fácil. Acudirá al primer encuentro con condiciones, con líneas rojas que suenan a pasado porque el área de Hacienda todavía no ha tramitado las proposiciones normativas que presentó el año pasado. «Esta es nuestra línea roja y si deciden seguir sin hacernos caso, incumplir la norma y no tramitarlas recurriremos al tribunal administrativo».

Son las palabras del portavoz de Vox, Julio Calvo, que ha anunciado que solicitará bajar «unas centésimas más» el IBI. ««Hay que ser responsables y conjugar la necesaria bajada de impuestos con las necesidades financieras del consistorio», explica el concejal, que admite que comprendían que «tal y como está el ayuntamiento va a ser difícil reducir el tipo al máximo, pero creemos que todavía hay margen», añadió. La propuesta de la concejala de Hacienda, María Navarro, pasa por una rebaja del 0,87% respecto a este año, hasta el 0,4087 y el mínimo está en el 0,4.

Podemos y Zaragoza en Común (ZeC) defienden que se rebaje hasta el mínimo posible, sin excepciones, mientras que el PSOE se muestra más cauto. Según Calvo, es «difícil de creer» que esta bajada supondrá un ahorro para los bolsillo de 1,1 millones.

Plusvalía

Para Vox, el impuesto de la plusvalía es clave. Como ya solicitaron el año pasado desde la formación, van a propone que los garajes y trasteros que se encuentran en el mismo inmueble, aunque tengan distinta referencia catastral, se incluyan en el concepto de vivienda habitual para acogerse al 95% de desgravación en el IBI por mortis causa. Eso, y que no se limite a la vivienda habitual. En este caso, la propuesta de PP-Cs eleva la reducción del 50% al 60%. Son las dos exigencias de la ultraderecha, sus líneas rojas, aunque tampoco acaba de estar conforme con el plan de captación de inversiones ya que considera que beneficia a las grandes empresas dejando a un lado a las pymes y a las que llevan años en la ciudad.

Críticas desde la izquierda

Desde el PSOE, Lola Ranera ha criticado que la rebaja del IBI que proponen PP-Cs tan solo reducirá los recibos de los zaragozanos «dos o tres euros», mientras que ahorrará «miles» de euros a las grandes empresas que se instalen en la ciudad con bonificaciones hasta del 95%.

También ZeC y Podemos mostraron reticencias al respecto. «Las ordenanzas fiscales de la derecha son una apuesta por la regresividad fiscal ya que cuanto más grande sea la empresa más se va a poder beneficiar de las ayudas», ha criticado Alberto Cubero, de ZeC. Desde Podemos, Fernando Rivarés, ha cuestionado que este proyecto solo beneficiará a unas pocas y grandes compañías que ya han anunciado que van a instalarse.