El proyecto de candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno 2030 sigue dando pasos cortos. Ayer confirmó Javier Lambán después de la reunión bilateral con Navarra en Ejea que esta semana ha tenido una conversación con el presidente de Cataluña, Pere Aragonès, para que las dos comunidades y el Comité Olímpico Español (COE) empiecen a trabajar en los primeros avances técnicos. Para después quedará el acuerdo político y que la organización sea «en pie de igualdad» como repite una y otra vez el jefe del Ejecutivo aragonés, que admite que «ahí puede residir el principal escollo», aunque «de momento» prefiere confiar «en la buena voluntad de todos».

Por ahora, el referéndum con el que Cataluña quiere resolver su participación en la candidatura olímpica no tiene ni fecha. Ni siquiera se conoce si se ceñirá a los territorios pirenaicos que acogerían la cita o recogería también a Barcelona, que sería la sede lógica de alguna de las ceremonias que suponen el principio y el fin del encuentro deportivo. En cualquier caso, su alcaldesa, Ada Colau, no ha mostrado un gran entusiasmo por esta cita y los pasos que se van dando son «los que se establecieron en la visita de Pedro Sánchez a Zaragoza junto al presidente del COE, Alejandro Blanco, y el ministro de Cultura, Miquel Iceta.

«Esta semana he tenido una conversación con el presidente de Cataluña y hablamos de que se trataría de momento de que los equipos técnicos designados por la Generalitat, el Gobierno de Aragón y el de España trabajen y definan el perfil de esa candidatura. Y una vez que esté realizado ese trabajo abordemos el que puede ser más complicado, que es el acuerdo político, que pasa inexorablemente por que estén los dos Gobiernos entendiendo que es un proyecto de España y que es un proyecto que ha de liderar el COE», manifestó ayer el presidente, que insistió una vez más en que el proyecto pasa «desde luego por que ambos participen en pie de absoluta igualdad», una condición que Aragón puso sobre la mesa desde el primer día.

Ahí puede residir «el principal escollo», reconoció Lambán, que en cualquier caso se contuvo «para no adelantar acontecimientos». De momento, aseguró que prefiere «confiar en la buena voluntad y la buena disposición de todos, y que sobre todo prevalezca algo que parece obvio, que es que ese proyecto es magnífico para el Pirineo, tanto el aragonés como el catalán.

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Por último, Javier Lambán añadió que la organización de un acontecimiento de tal magnitud puede servir «para combatir la despoblación de las zonas montañosas de Cataluña y de Aragón» y que, además, es muy interesante desde el punto de vista de la marca «y lo que nos puede dar en el resto del mundo la celebración de esos Juegos».

Para el próximo 20 de febrero, fecha en la que concluyen los Juegos Olímpicos de Pekín, España no solo tendría que tener armonizada la candidatura conjunta de Aragón y Cataluña, sino presentada una propuesta. Los plazos van muy justos para que Aragón y la comunidad vecina se pongan de acuerdo a tiempo para acudir a la votación de las candidaturas un año después.