Al menos 500 solicitantes de asilo internacional han sido acogidos por las entidades sociales aragonesas en lo que va de 2021. En los seis primeros meses del año, la cifra de refugiados en la comunidad ascendía a 323, pero tras el estallido de la crisis talibán en Afganistán y la llegada de 179 cooperantes el total alcanzó, por lo menos, el medio millar.

Es más, desde el año 2016 han llegado a tierras aragonesas más de 4.000 personas acogidas de 67 países diferentes dentro del programa de acogida al refugiado. Así lo ha confirmado este martes la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, antes de la reunión del grupo de coordinación del Protocolo para la Acogida e Integración de Personas Migrantes en Aragón.

En este contexto, Broto ha aseverado que la permanencia de todas las familias acogidas en primera instancia en la comunidad "depende de la trayectoria y de la expectativa" de las mismas. "Hay muchas personas que cuando llegan a Aragón lo consideran como un lugar de paso. Quieren llegar a otros países y su proyecto de vida es diferente", ha señalado la consejera. De hecho, algunas de las familias afganas que llegaron exiliadas tras la conquista talibán ya han partido hacia nuevos destinos como Estados Unidos o Alemania. La consejera ha insistido en que "hay que dar tiempo" a las familias afganas para integrarse tras una salida tan "dramática" como la que sufrieron. Además, Broto ha asegurado que los niños afganos ya están escolarizados "como cualquier otro niño.

No obstante, Broto ha apuntado que en Aragón existen "muchas experiencias de éxito" que repercuten de forma positiva en el territorio. Por ejemplo, porque facilitan "la supervivencia de escuelas en el mundo rural" y porque estas la integración de estas personas supone "mano de obra, trabajo y población".

"Reafirmar el protocolo aragonés"

En este sentido, la consejera ha insistido en que el protocolo sirve para poner a disposición de las entidades todos los dispositivos para la acogida e integración. Esto es, que al llegar los refugiados dispongan de una tarjeta sanitaria, que los niños puedan estar escolarizados e incluso contratar a traductores y psicólogos. En definitiva, "todos los recursos que una familia necesita para lograr una integración social en Aragón", en palabras de Broto.

En una mesa de trabajo celebrada este martes, en la que han participado las organizaciones Accem, Apip-Acam, Cepaim, Cruz Roja y la Obra Social de las hijas de la caridad de San Vicente de Paúl, la consejera ha destacado que la importancia de la reunión reside en "reafirmar el protocolo aragonés, apostar por la necesidad de apoyar a las personas refugiadas y denunciar la situación que sucede en Afganistán".