Las plataformas vecinales del medio rural aragonés que luchan contra la instalación de ganadería intensiva en sus territorios han redoblado sus protestas esta semana y este viernes, bajo la coordinación de la plataforma Stop Ganadería Industrial, registraron sendas solicitudes en la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón y en la Subdelegación del Gobierno en Huesca para exigir una moratoria de la ley que limite la instalación y ampliación de las granjas, algo que ya se aprobó en Cataluña. Según los últimos datos publicados, en Aragón hay, por ejemplo, seis cerdos por habitante, cuyos desechos permanecen en el territorio.

En el marco de una acción impulsada en todo el territorio estatal, varias organizaciones aragonesas se concentraron en lo que definen como «una acción simbólica», donde remitieron a las instituciones varias botellas que contenían purines (los desechos que provienen de las heces y orines del ganado). Así, representantes de municipios de la Hoya de Huesca (Siétamo y la capital oscense), la Jacetania (Larués), Teruel (Huesa del Común y Blesa) y también la provincia de Zaragoza (Moneva, Bulbuente y la capital aragonesa) participaron ayer en las movilizaciones. 

«El crecimiento de la ganadería industrial ha producido una situación catastrófica a nivel medioambiental», manifestó a este diario María José Pueyo, coordinadora autonómica de Stop Ganadería Industrial en Aragón. «No podemos entender el empeño del Gobierno de Aragón en defender un modelo de ganadería que causa una depredación del territorio y una contaminación brutal de los acuíferos. Tenemos las tierras atiborradas de purines, que a su vez están atiborrados de antibióticos. Es intolerable», aseveró Pueyo.

También en Blesa remitieron ayer una solicitud para proponer la moratoria varios vecinos de este pueblo, de Moneva y de Huesa del Común. Uno de los portavoces de esta acción en la zona turolense, Pedro Arqued, explica que los motivos residen en que los pueblos del Aguasvivas «estamos amenazados por un proyecto de 3.200 cerdas reproductoras que inundarían de purines un área en la que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha manifestado que no hay recursos hídricos necesarios».

En el marco de la Semana de Acción contra las Macrogranjas, la asociación, junto a la oenegé Greenpeace, ha promovido que las delegaciones territoriales acudieran a sus respectivas administraciones en representación de los pueblos afectados de su región para hacer entrega de muestras simbólicas de agua contaminada por nitratos.

En este sentido, la portavoz de la coordinadora en el ámbito estatal, Inmaculada Lozano, asevera que «el crecimiento de la ganadería industrial está absolutamente descontrolado». «Se conceden continuamente autorizaciones ambientales para la ampliación de explotaciones industriales ya existentes o para la instalación de nuevas, principalmente en municipios poco poblados, aprovechándose de que en estos pueblos hay poca gente, y por tanto, poca oposición. O eso creen, porque lo cierto es que hay mucha gente movilizándose en estos territorios», apunta Lozano.

Te puede interesar:

Olona asegura que Aragón tiene una de las legislaciones más exigentes con los purines

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, ha instado esta mañana a «matizar mucho» el informe presentado el pasado jueves por Greenpeace donde se aseguraba que el 30% del territorio aragonés está en riesgo de contaminación por nitratos derivados de la ganadería. «Aragón lidera el sector porcino», ha dicho Olona, para insistir después en que se debe «estudiar mejor la normativa aragonesa», ya que esta es «una de las más exigentes de España en materia de purines». Además, el consejero ha recordado que «ya existe una limitación de granjas en las zonas saturadas» de la comunidad, aunque lo cierto es que el informe de la oenegé ponía el foco en la ineficacia que tiene declarar una zona como vulnerable a los nitratos, ya que cada año se incluyen más terrenos dentro de esta catalogación.