La empresa Capital Energy asegura que quiere destinar anualmente parte de los beneficios que produzcan los parques eólicos que quiere instalar en diez localidades aragonesas –la mayoría del Matarraña– «a la puesta en marcha de iniciativas que favorezcan el desarrollo del entorno rural y potencien la actividad económica de la zona». Así promete hacerlo «en su ánimo de erigirse en un aliado estratégico de estas comarcas», con uno proyectos que «se consensuarán con cada municipio en función de las necesidades», según apuntaron a este diario fuentes de la compañía.

De esta manera, desde la empresa salen al paso de las críticas recibidas en las últimas semanas y ofrecen su versión sobre alegaciones presentadas por ayuntamientos, partidos políticos y colectivos contra su macroproyecto renovable, que está dividido en cuatro parques que suman un total de 84 aerogeneradores y 504 megavatios (MW). En concreto, los proyectos atañen a las localidades de La Portellada, Ráfales, La Fresneda, Fórnoles, Valdeltormo, Mazaleón, Valjunquera, Valdealgorfa, Fabara y Maella.

La empresa también propone «soluciones para disminuir la factura eléctrica» a los vecinos de las localidades en los que se ubiquen sus instalaciones, así como plantear «otras acciones para impulsar el tejido empresarial en el ámbito local». Estas medidas, añade, serán estudiadas para cada proyecto en base a la energía generada en el municipio y la cantidad de habitantes del mismo.

Sobre los aspectos medioambientales y de impacto visual y sonoro que se mencionan en las alegaciones, desde Capital Energy precisan que estas cuestiones están recogidas en el estudio de impacto ambiental (EIA) y afirman que quiere «ir más allá de lo exigido en materia de sostenibilidad por un sistema absolutamente garantista». Recuerda, no obstante, que «el Ministerio de Transición Ecológica será quien habrá de analizar dichas cuestiones y quien valore, en último término, su relevancia».

Impacto en el turismo

«Es rotundamente falso que el EIA de estos proyectos no contemple las potenciales afecciones medioambientales –fauna  (aves y quirópteros) y Red Natura 2000–, ya que incluso hay anexos específicos centrados en estas cuestiones», defienden desde la compañía.

En lo que se refiere al impacto sobre el turismo, consideran que «no se ha probado que los parques eólicos supongan una traba al desarrollo de esta actividad económica». En este sentido, subrayan que el perfil de visitantes que reciben estas comarcas «se ajusta a personas con una marcada conciencia medioambiental, a las que, en ningún caso, el desarrollo de renovables impediría considerar estas zonas como destinos preferentes».

Por último, sostienen que la unanimidad que transmite el pleno de la comarca del Matarraña «no es tal». Así lo demuestra, dicen, el hecho de que en la consulta celebrada en Mazaleón, sus habitantes se mostraron favorables a acoger proyectos eólicos. «Las localidades que han apoyado abiertamente nuestros proyectos representan el 50% de la población de las zonas en las que estos se instalarían», concluyen desde Capital Energy.