-¿Qué significa para el IASS la implementación del nuevo modelo de atención residencial centrado en la persona a través de las unidades de convivencia?

-Avanzar hacia el modelo hacia el que queremos ir: el que pone en el centro a las personas, su dignidad, capacidades, preferencias y decisiones para que estas puedan continuar con su proyecto vital. Con este modelo, hay un cambio claro: el centro debe adaptarse a la persona, que deja de ser sujeto pasivo para convertirse en una parte activa, que participa directamente en las decisiones y planes de cuidados.

-¿Cómo cambiará la organización y prestación de los servicios?

-Se adecuarán al usuario. Y eso se plasmará, por ejemplo, en los horarios –que se adecuarán a las costumbres de las personas que vivan en las unidades de convivencias– o en las actividades que realicen. Las rutinas se flexibilizarán y el espacio también cobra un papel primordial, recreando un hogar en la medida de lo posible.

-¿Qué otras medidas de actuación acompañan a la anterior acción?

-Este cambio de modelo solo puede llevarse a cabo desde otra forma de entender el servicio, el entorno, la formación de los profesionales o la organización. Son muchas las líneas de actuación sobre las que estamos trabajando para, poco a poco, adaptarnos a esta nueva forma de entender la vida en una residencia. Las familias van a participar de este cambio y, por supuesto, la persona a la que se va a prestar el servicio: el cambio debe pivotar sobre ella.

-Han anunciado una inversión de 12,5 millones de euros para crear unidades de convivencia en 9 de sus centros públicos y una línea de subvenciones de 13 millones para centros con plazas concertadas y realicen inversiones en base a la atención centrada en la persona.

-Sí, es la apuesta de los servicios sociales en Aragón y es el camino que, de forma clara, queremos seguir. No sólo en las residencias, sino en toda la atención que se realice con los mayores y todos los colectivos con los que trabaja el IASS. Hablamos de personas y atendemos a personas. Tanto los 12,5 millones para las unidades de convivencias en los centros públicos, como los 13 de las subvenciones son parte de los Fondos de Recuperación y Resiliencia.

-¿Qué condiciones han de reunir estos proyectos?

-En el caso de las subvenciones, deben ser obras para crear, modernizar o reformar centros de mayores que tengan plazas concertadas y trabajen con el IASS, y a ejecutar entre 2021 y 2022. Los proyectos deben producir avances en el modelo de atención centrada en la persona.

-¿Cómo lo han recibido las residencias y centros de mayores?

-Con mucha ilusión y con ganas de avanzar. La voluntad de todos es estar cerca del usuario y este modelo lo va a permitir. Los centros han sufrido mucho durante la pandemia y este nuevo enfoque permite empezar a hablar de una nueva etapa.

-¿Qué futuro busca el ASS dibujar en los centros residenciales?

-La atención centrada en la persona es un modelo y una firme apuesta, pero es costosa y llevará tiempo implantarla. Nuestras propuestas irán encaminadas a que las personas mayores tengan los apoyos para permanecer el mayor tiempo posible en su casa y mantengan su calidad de vida si finalmente ingresan en una residencia. Caminamos hacia una sociedad más envejecida, que demandará este modelo de atención. Querrán ser protagonistas, formando parte activa del cambio y de aquellas decisiones que les afecten. Nuestro futuro será el que nos demande la sociedad.