Las patronales empresariales de Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana e Islas Baleares, como antiguos territorios de la Corona de Aragón, pusieron este jueves sobre la mesa algunas peticiones de los distintos territorios, así como algunos planes en los que se debe trabajar conjuntamente. Es el caso de los Juegos Olímpicos, cita que aparece dentro del decálogo firmado por las cuatro comunidades y en la que se incidió especialmente. «Resulta necesario impulsar de forma colaborativa los proyectos deportivos, como la candidatura de los Pirineos a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, como un Proyecto de Estado que reconozca la diversidad territorial de España. Un proyecto ilusionante y esperanzador que lleva también aparejadas cuantiosas inversiones tanto en Aragón como en Cataluña, cuya candidatura se debe materializar el año que viene», dice el texto sellado en el Pignatelli. 

El presidente de Foment de Treball, Josep Sánchez Llibre, puso sobre la mesa el esfuerzo que se debe hacer para la candidatura de los Pirineos a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030. A esta «reivindicación conjunta» se sumó el aragonés Mur, quien apostó por el impulso de «un proyecto olímpico donde Aragón y Cataluña vayan juntos para promover las inversiones necesarias en el territorio».

Sánchez Llibre incidió especialmente en este punto al asegurar que las patronales «nos hemos puesto de acuerdo» para buscar «la máxima complicidad con nuestros Gobiernos», de tal manera que se encuentre el camino que lleve al triunfo a la candidata española, en resumen a Cataluña y Aragón. «Para nosotros es una cuestión fundamental, muy relevante», dijo el presidente de Foment de Treball, que patinó al hablar de Barcelona-Pirineus, uno de los puntos por los que Javier Lambán rompió el pasado verano su compromiso con la candidatura al entender que desde la comunidad vecina se actuaba con deslealtad.

El presidente aragonés zanjó el asunto rápido. «Si alguien se sigue empeñando en eso va por mal camino, por ahí no nos encontraremos», aseguró el jefe del Ejecutivo autonómico, que sí reconoció haber hablado con la consejera de presidencia de Cataluña, Laura Vilagrà, que ocupó el puesto de Pere Aragonès, el gran ausente en la cumbre. «Estamos trabajando con el presidente del Comité Olímpico Español (COE) para presentar la candidatura» conforme pide el Comité Olímpico Internacional, que es el que marca «las reglas del juego».

El decálogo 

En cuanto al resto del decálogo, la grave afectación económica de la crisis, unida a las consecuencias en el mercado logístico, al desabastecimiento de productos, al incremento del coste de las materias primas y de la energía, «hace mucho más necesario este encuentro para defender los intereses empresariales que no entienden de fronteras», explicaron desde las cuatro patas de la cumbre de la Corona, desde la que se proponen 10 medidas de apoyo a las empresas, grandes pymes y autónomos: eficiencia del sector público y fiscalidad competitiva; establecer un marco laboral flexible y priorizar el diálogo social como factor diferencial positivo; legislar de la manera más eficiente posible, desarrollando el programa europeo ‘Legislar mejor’; facilitar los mecanismos para un reparto justo de los Fondos Europeos; reforzar el sector industrial apostando por una transformación digital permanente; potenciar el turismo; impulsar el sector agroalimentario como elemento vertebrador.

Además, se quiere aumentar la inversión en infraestructuras estratégicas (los corredores Mediterráneo y Cantábrico-Mediterráneo, la necesaria ampliación del puerto de Valencia, las conexiones internacionales a través de los Pirineos incluyendo la Travesía Central por Aragón, la ampliación del aeropuerto del Prat y la mejora de las conexiones viarias entre Aragón, Cataluña y Valencia); la innovación como elemento crucial de la economía circular; y la respuesta al reto demográfico y de cohesión territorial.