La dirección de la fundición de aluminio Alumalsa, ubicada en Zaragoza y perteneciente a la multinacional canadiense Linamar, comunicó este jueves al comité la presentación de un nuevo expediente de regulación de empleo (ere), justo un año después del anterior ajuste, que supuso el despido colectivo de 180 trabajadores. No obstante, el recorte planteado esta vez no se espera que sea traumático, ya que se centrará en la salida voluntaria de los trabajadores que ahora tienen entre 60 y 61 años.

Actualmente hay 21 trabajadores en dicha franja de edad, de los que se espera que entre 15 o 16 se acojan a estas bajas, según fuentes de la plantilla. Las condiciones de estas prejubilaciones se prevé que sean las mismas que recoge el acuerdo alcanzado en el anterior ere, según las primeras impresiones trasmitidas por la compañía a la parte social. De esta manera, se garantizaría el 80% del sueldo –la empresa complementa la prestación por desempleo para llegar a ese porcentaje– hasta acceder a la jubilación anticipada.

En cualquier caso, estos requisitos deberán ratificarse en la negociación que mantendrán ambas partes la próxima semana. Según fuentes del comité, la empresa ha planteado hacer un ere para 35 trabajadores, pero previsiblemente la cifra final será menor porque el ajuste laboral solo cubrirá con quien voluntariamente quiera irse.

Además de las salidas de los trabajadores con más edad, el resto de la plantilla también podrá acogerse a bajas incentivadas. La indemnización en estos casos se espera que sea de 33 días hasta un máximo de 12 mensualidades, como se pactó en el último ere.

El recorte de personal se enmarca en un momento de incertidumbre para una industria pesada como Alumalsa, que se ve perjudicada por la carestía de la luz al ser una empresa electrointensiva, así como también por el encarecimiento del aluminio.