Poco se sabe del nuevo Bachillerato que quiere implantar el Ministerio de Educación para el curso 2022-2023. De hecho, únicamente ha saltado a la luz un borrador, pero oficialmente este «no ha sido remitido a las comunidades», según apuntaron ayer fuentes del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón.

A grandes rasgos, la propuesta plantea hacer Selectividad con un suspenso (bajo muchos matices), crear una rama más de Letras en Bachillerato e impartir tres cursos para casos concretos, como jóvenes músicos o deportistas de élite. Desde la consejería de Faci no valoran dicho documento y únicamente se limitan a decir que «lo importante es que el alumno pase con las competencias adquiridas».

Sin embargo, en el resto de la comunidad educativa de Aragón el borrador genera, de inicio, muchas dudas. «Creemos que esta decisión perjudica a la calidad educativa. El Gobierno en vez de invertir en recursos personales para atender al alumnado con más dificultades, elimina el problema de suspensos y repetidores permitiéndoles pasar, aunque no hayan alcanzado los objetivos ni capacidades mínimos», señaló ayer Mónica de Cristóbal, portavoz de Educación en CSIF Aragón.

Por su parte, Macarena Nebot, del sector de Enseñanza de UGT Aragón, lamentó que los sindicatos se han enterado de las intenciones del ministerio por los medios de comunicación. «A la espera de recibir el documento y poder analizarlo en detalle, sí queremos valorar positivamente la posibilidad de cursar el Bachillerato en tres cursos», apuntaron. Sin embargo y ante una posible ampliación de la oferta de las modalidades de esta etapa educativa que desde UGT no verían mal, el sindicato sí alude a una «falta de personal» que «podrían impedir su generalización», apuntó Nebot.

«A nuestro juicio solo será posible en el ámbito urbano, privando de estas opciones al alumnado de pequeñas localidades y de la España más rural. Esta situación, de no ser mejorada, no favorece en absoluto la igualdad de oportunidades», señaló la portavoz.

En cuanto a la opción de realizar la Evaluación de Acceso a la Universidad (Evau) o Selectividad, desde UGT Aragón apuntaron que estos criterios de promoción y evaluación «no suponen ninguna novedad» sobre lo que ya se viene haciendo. «Son las juntas de evaluación y los equipos docentes quienes deben tomar la decisión sobre el estudiante y este es un proceso seguro», reiteró.

En esta línea también se manifestó Guillermo Herráiz, secretario general de CCOO Enseñanza en Aragón. «Esa posibilidad de hacer Selectividad con un suspenso ya existía, excepcionalmente, por compensación. Por tanto, es una novedad relativa y no radical, porque deja en manos del equipo docente la decisión», apuntó. «No es una puerta abierta en general, sino que quien decide es quién mejor puede valorar la madurez del alumnado para afrontar la Evau y la educación superior, que es el conjunto del equipo docente», insistió Herráiz.

Las familias

Por su parte, desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar), indicaron que «en todas las etapas educativas» lo relevante tiene que ser «la adquisición de competencias clave», apuntaron a este diario. «En un currículo cargado de excesivas materias es profundamente injusto que todas tengan el mismo peso en la promoción o en la titulación», añadieron en relación a Bachillerato. «Todo lo que sea flexibilizar las condiciones para adquirir esas competencias será positivo para el estudiante», señalaron desde Fapar.

Las familias abogan por esperar, porque el borrador tiene que recibir aportaciones aún. «Estamos obsesionados con aprobar o suspender y deberíamos centrarnos en aprender y encaminar todos nuestros esfuerzos a ese proceso», matizaron.