Zaragoza se preparara para celebrar la Navidad en la calle, después de que el año pasado tuvieran que suspenderse los actos principales como consecuencia de la crisis sanitaria. Sus majestades los Reyes de Oriente volverán a recorrer las calles de la capital y se recuperará la muestra navideña de la plaza del Pilar, aunque todavía se desconoce cómo será porque la prórroga del contrato que aprobó el consistorio para montar y explotar las casetas y la zona de actividades está pendiente de un proceso judicial que podría resolverse antes o después del periodo navideño. El ayuntamiento no se la quiere jugar y ya tiene diseñado un plan b para garantizar que la plaza vuelva a ser el epicentro de las fiestas si recurso no se resuelve a tiempo o se anula la prórroga.

La empresa Orfeinte tenía licencia para montar el año pasado una zona de multiaventura con un tobogán de trineos, una pista de hielo y hasta un escenario en la plaza del Pilar durante las fiestas de Navidad, además de 40 casetas artesanales. La situación epidemiológica obligó al consistorio a suspender su montaje ya que cada año reúne a cientos de personas y había riesgo de que se produjeran aglomeraciones. Lo mismo ocurrió con la Cabalgata de Reyes, que este año también se recupera.

El consistorio sacó a licitación la concesión temporal de esta licencia por 35.000 euros. Ante la imposibilidad de poder instalar el mercadillo navideño, decidió prorrogarla un año. Esta decisión es la que se ha recurrido. Desde Cultura insisten en que se trata de un recurso privado entre partes en el que está la actual adjudicataria y que el consistorio está al margen de este conflicto judicial sobre el que existe una cautelar. Sí que es responsable de garantizar que pase lo que pase haya actividades en la plaza del Pilar.

Por ello, desde el área que dirige la vicealcaldesa, Sara Fernández, ya trabajan en diferentes escenarios para que, en caso de que esa resolución no permita al adjudicatario montar, o los plazos sean tan ajustados que ya no dé tiempo, la plaza cuente con actividades dirigidas al público infantil. El montaje de las casetas y de las atracciones suele iniciarse la última semana de noviembre.

La iluminación llega a los barrios de la capital

La Navidad llega a Zaragoza con el encendido de luces, que normalmente se realiza la primera semana de diciembre. Este año habrá más ya que el consistorio ha aumentando la iluminación en los barrios y la ha reforzado en los ejes comerciales. Ya empiezan a lucirse las arcadas luminosas con diferentes motivos en Clara Campoamor (Actur), Tomás Bretón (Universidad), León XIII (Centro) o la calle Delicias. También está previsto que se decoren 160 árboles en los barrios y se instalen otros luminosos y de gran tamaño, imitando al de la plaza Paraíso, el más grande. 

El que ya ha comenzado ha sido el del gigantesco belén, que este año sufrirá ligeros cambios. Para empezar, ya no será necesario solicitar cita previa, como sí sucedió el año pasado para evitar aglomeraciones en sus accesos. Así, la entrada volverá a ser libre y habrá que guardar las filas oportunas. El consistorio instalará un sistema de conteo para garantizar el tránsito en su interior y el uso de la mascarilla será obligatorio.

Estas navidades contará con un nuevo diseño estructural, y se ha cambiado la forma de rectángulo de su planta por una de abanico o manto. Se ha hecho con la idea de que el nacimiento esté alineado visualmente con el conjunto escultural de la fachada principal de la Basílica del Pilar diseñado por Pablo Serrano, de manera que, junto a los juegos de iluminación, el belén ganará en espectacularidad a la instalación, explican desde la concejalía de Cultura.

La superficie total será de 1.019 metros cuadrados, 396 de arena, 25 de césped y 210 de caminos y un lago de 37.