Carmen Dueso protagonizó en el pasado, junto a Javier Lambán y Pilar Alegría, la pugna interna que dividió en dos el Partido Socialista hace menos de un lustro y que en Aragón también tuvo sus réplicas. Hoy, Dueso es un ejemplo del proceso de reconciliación del PSOE y muestra de ello es que, después de años sin cargos orgánicos, el recién reelegido secretario general de los socialistas en la comunidad la ha incluido en la nueva ejecutiva del partido como secretaria de Movilidad Sostenible. «Era el momento de limar asperezas», reconoce ahora la propia Dueso.

La exconcejala se enfrentó en primarias tanto a Lambán para optar al cargo de secretaria general del PSOE (2017) como a Pilar Alegría para ser la candidata socialista en las elecciones municipales de Zaragoza (2018). Perdió en ambas ocasiones y desde entonces no había tenido responsabilidades en los órganos directivos. Pero en los últimos tiempo las conversaciones entre Dueso y la Dirección los socialistas se han sucedido y se han concretado «en acercamientos en diferentes cuestiones» y en su integración en la nueva Ejecutiva. «Todo este tiempo he estado trabajando para el partido y colaborando para todo lo que me han pedido. Soy la presidenta de una agrupación importante (PSOE Zaragoza Norte) y he estado siempre ahí», afirma.

Dueso explica que el PSOE «ha llegado a un punto en el que se han ido acercando posiciones en todos los ámbitos» y que esto es debido a que «vamos a una cita electoral», por lo que «cuanto más juntos vayamos y más fuertes, mejor». Pero la nueva secretaria de Movilidad Sostenible no evita responder sobre las riñas del pasado: «Veníamos de unas primarias, con posiciones distintas con respecto a la forma de organizar el partido y no se pudo producir una integración como hubiera deseado».

¿Quién será el candidato del PSOE en Zaragoza?

«En el PSOE a veces hay discrepancias y diferencias pero eso yo lo interpreto en positivo porque no puede haber pensamiento único en un partido», afirma. Su relación personal con Lambán, asegura, nunca ha sido mala y las desavenencias nunca fueron más allá de las discrepancias que mantuvieron en el plano organizativo. «Cuando hay primarias es lícito que se presenten varias personas, pero eso no quiere decir que te lleves mal con alguien», dice.

El objetivo prioritario para Dueso ahora va en la línea de lo que dijo Lambán en el congreso regional del partido el pasado fin de semana: «Recuperar el Ayuntamiento de Zaragoza».

No obstante, Dueso, aunque avala la labor de los miembros del actual grupo municipal socialista, cree que es «muy pronto» para hablar de quién deberá enfrentarse a Azcón (o a otro candidato del PP). «Quedan dos años todavía para las elecciones y en política eso es una eternidad. Cuando llegue el momento seguro que el partido elige al mejor candidato o candidata», dice. ¿Se presentará ella a las primarias? «Faltan dos años. Pueden pasar mil cosas hasta entonces, pero seguro que mi partido acierta», insiste.

Sobre Pilar Alegría, que se fue del ayuntamiento a la Delegación del Gobierno (y después al Ministerio de Educación), reconoce que en su momento le «sorprendió» su marcha, pero opina que los que se han quedado al frente del grupo municipal, con Lola Ranera a la cabeza, «han hecho muy buen trabajo».  

La línea 2 del tranvía, una oportunidad para transformar

La recientemente elegida secretaria de Movilidad Sostenible en la nueva Ejecutiva regional del PSOE de Aragón, fue durante tres mandatos la concejala de Servicios Públicos y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza durante la alcaldía de Juan Alberto Belloch. Ahora, con su nuevo cargo, defiende que la construcción de la segunda línea del tranvía, que se quedó pendiente cuando ella dejó de tener responsabilidades en el consistorio. «Un tranvía es una oportunidad no solo para que haya un medio de transporte que te lleve de un sitio a otro, sino de transformar una ciudad, porque por donde pasan las vías tienes que renovar aceras, tuberías... Es una reforma integral de la ciudad», defiende. Sobre los cambios en materia de movilidad, admite desde la experiencia que cuesta por la reticencia inicial de los ciudadanos, pero «enseguida se valora cuando ves que tu vida mejora», dice.