La irrupción de Jorge Azcón en el escenario de la política autonómica ha provocado consecuencias en el PP pero ha tenido un efecto arrastre que ha propiciado que el PSOE haya reaccionado con contundencia. No solo el municipal, sino también el autonómico. Ayer lo dejó bien claro el presidente de Aragón, Javier Lambán, -durante la réplica al todavía presidente popular aragonés y líder de la oposición, Luis María Beamonte- cuando anunció varias medidas relacionadas con su Gobierno de trascendencia para la capital aragonesa. La primera de ellas, su intención de realizar varios trámites urbanísticos para poner a disposición de las empresas varias parcelas que cuentan con todos los servicios urbanísticos, pero por sus usos hoy no sirven para atender ninguna demanda real de las empresas. En concreto, un total de 250 hectáreas (la mitad de la ampliación de Plaza en la que está trabajando aunque con unos plazos más largos), en el Parque Tecnológico de Reciclado, entre el Gobierno de Aragón y la Sareb que son ahora «un erial improductivo», y del Polígono de Malpica, en el que el Ejecutivo y Sepes suman casi 50 hectáreas sin ninguna utilidad social desde que cerró la universidad laboral.

Este anuncio vino acompañado de otras decisiones urbanísticas que ya había anticipado en su primera intervención el día anterior. En concreto, la intención de crear un parque de 500 viviendas de alquiler en los edificios conocidos popularmente como los cacahuetes de la Expo (donde se ubicaban los pabellones de los países durante la muestra internacional). A pesar de ciertos recelos mostrados por el PP y la sorpresa de Azcón, el gol por sorpresa de Lambán fue ratificado ayer. El Gobierno de Aragón lo hará. Con o sin la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza. Lo dejó claro Lambán, bajo la atenta mirada en la primera fila de invitados del alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y dos más atrás de uno de sus colaboradores más próximos, Octavio López, sentado justo al lado de la portavoz municipal socialista, Lola Ranera. El presidente explicó -hablando a Beamonte aunque con el alcalde como evidente destinatario- que desea que el ayuntamiento colabore, pero en el caso de que no lo hiciera, existen fórmulas legales para que el Gobierno autonómico pueda llevar esta actuación a cabo. En concreto, consideró que si el Ayuntamiento de Zaragoza ha modificado parcialmente el plan general de ordenación urbana para construir cien viviendas en los antiguos depósitos del Pignatelli, puede hacer lo mismo en la Expo. «Confío en que el Ayuntamiento de Zaragoza estará por la labor de hacer vivienda social para los jóvenes zaragozanos en vez de poner problemas y plantear cuestiones colaterales» espetó. Un balonazo que puso en el tejado del alcalde para satisfacción de la portavoz municipal socialista, quien tiene por delante munición para trabajar de aquí hasta final de mandato. En el caso de que el consistorio no hiciera esa modificación aislada, el Ejecutivo autonómico tiene competencias para declarar este parque de interés general de Aragón, y también puede aplicar el artículo 240 de la Ley de Urbanismo de Aragón que que permite iniciar estos trámites urbanísticos por «razones de urgencia o excepcional interés público».

Al hablar de los pisos en la Expo, la bancada popular le recordó que estos terrenos están situados en zona inundable. Replicó Lambán: «está al mismo nivel del mar que la plaza del Pilar y el ayuntamiento, es decir, es igual de inundable». También les recordó que en la zona hay una residencia de mayores o la Ciudad de la Justicia, «y eso no les preocupa»

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Nuevo actor en el debate

Con estos anuncios directos de Lambán, queda claro que la pugna por atraer votos y acentuar el debate político en el Ayuntamiento de Zaragoza ha empezado, y la capital aragonesa se suma a otros elementos en los que se tratará de arañar más de un vodo. Es lo mismo que sucede con el debate de la población y las estrategias que ya están urdiendo los partidos para captar electores en esas zonas despobladas, en un momento en el que con toda probabilidad surgirán formaciones como Teruel Existe con claras opciones de captar varios diputados. Por eso, Zaragoza es el contrapeso imprescindible que puede descompensar la balanza en las Cortes y en el propio consistorio.