La evolución de la pandemia

Las personas con covid persistente en Aragón ya cuentan con un protocolo específico de atención

La asistencia se realizará de inicio por los equipos de Atención Primaria, pero en función del riesgo se derivará a Especializada / Se estima que unos 16.500 habitantes de la comunidad lo padecen y en estos momentos no existe tratamiento

José María Abad y Esther del Corral, este miércoles en la presentación del protocolo.

José María Abad y Esther del Corral, este miércoles en la presentación del protocolo. / GOBIERNO DE ARAGÓN

El Periódico de Aragón

Zaragoza

Los aragoneses que sufren covid persistente (se estima que son más de 15.000) ya cuentan con un protocolo específico de atención, que les dará una cobertura "integral" y en el que se especifica un circuito concreto de atención según el riesgo del paciente. Es decir, según ha explicado este miércoles el director general de Asistencial Sanitaria de la DGA, José María Abad, el modelo asistencial lo pivota Atención Primaria, pero si hay casos de alta complejidad se podrá contar con el apoyo de Especializada.

La evaluación inicial, según el documento, comienza en el centro de salud, con la recogida de los síntomas persistentes y de aquellos que resulten "más incapacitantes" en el paciente, así como una valoración funcional que pueda detallar las limitaciones que pueda sufrir en su vida diaria. A partir de estos datos y de las pruebas complementarias que pudieran ser necesarias, se realiza una estratificación del riesgo de cada paciente, que, atendiendo a sus factores de riesgo (mayores de 60 años, enfermos crónicos, obesidad, pacientes oncológicos o inmunodeprimidos…), permite clasificarle en una escala de bajo riesgo, riesgo moderado y alto riesgo.

En el caso del primer grupo, el control lo desarrollará el equipo de Atención Primaria. Lo mismo sucederá con los pacientes con riesgo moderado, si bien en este caso se realizará una consulta virtual con el internista o neumólogo si el afectado tiene necesidades adicionales. En el caso de los pacientes de alto riesgo, su control será compartido entre Atención Primaria y hospitalaria.

El protocolo fija también una serie de criterios concretos para la derivación a las consultas hospitalarias. Para los pacientes con sintomatología predominantemente respiratoria (disnea y tos de nueva aparición), la atención hospitalaria se prestará a través del servicio de Neumología. En el caso de los pacientes plurisintomáticos o pluripatológicos, el servicio de referencia será Medicina Interna. En los pacientes en los que hay un síntoma predominante, se realizará la interconsulta al servicio correspondiente.

Se estima que en torno a un 10% de las personas que han sido diagnosticados de covid pueden presentar síntomas cuatro semanas después del diagnóstico de la infección, siendo el más habitual astenia y malestar general, seguido de cefalea. La tos, sensación de falta de aire, pérdida de apetito, diarrea, erupciones, dificultad para tragar o palpitaciones son otros de los síntomas que puede presentar el covid persistente.

Los criterios de inclusión en esta patología son la confirmación de la infección mediante prueba diagnóstica o, excepcionalmente, el diagnóstico clínico si se trata de casos entre febrero y abril de 2020. También la presencia de síntomas que continúan 12 semanas después de la infección y que no pueden explicarse por otra patología.

Sin tratamiento

En estos momentos no existe ningún tratamiento farmacológico que haya demostrado beneficio en los pacientes paciente postcovid, si bien algunos de los síntomas tienen tratamiento o pueden mitigarse con recomendaciones de actuación, programas de rehabilitación o de estimulación cognitiva.

El documento, coordinado por el Servicio de Estrategias y Formación de la Dirección General de Asistencia Sanitaria, ha sido elaborado por un grupo de trabajo multidisciplinar que incluye profesionales de las especialidades de Rehabilitación, Neumología, Enfermería, Cardiología, Medicina Interna, Medicina de Familia, Psicología Clínica, Psiquiatría y Neurología.

Tras la valoración inicial, se recomienda una consulta, que podría ser telefónica a las 4 semanas para la valoración de la adherencia a las recomendaciones farmacológicas y no farmacológicas que se le han indicado en la primera visita y responder a las dudas que hayan podido surgir. Posteriormente, se recomienda una revisión presencial mínima cada 3 meses hasta el alta del paciente.

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