Aragón recupera progresivamente el ritmo de trasplantes de órganos que, de manera obligada, descendió en 2020 por culpa de la pandemia. En lo que va de año en la comunidad ya se han realizado 84 intervenciones, lo que supone una subida del 36% respecto al mismo periodo del año pasado. A pesar de ello, todavía no se han recuperado los datos de prepandemia.

«Es una muestra de reactivación, pero tenemos que seguir trabajando para volver a ser una de las comunidades con los porcentajes más altos», ha indicado este lunes la consejera de Sanidad de la DGA, Sira Repollés, con motivo de la XVII Reunión Nacional de Coordinadores de Trasplantes y Profesionales de la Comunicación. Al encuentro nacional, que se prolongará durante el día de hoy, también asistió la coordinadora autonómica de trasplantes de Aragón, Raquel Montoiro.

De las 84 intervenciones realizadas en Aragón, 57 han sido renales, 21 hepáticos y 6 cardíacos. Todas ellas han sido posible gracias a la generosidad de 35 familias (que perdieron a un ser querido) y a tres donantes vivos. En el apartado de donación de órganos, el crecimiento en Aragón es de un 9% este año en comparación con el mismo periodo del anterior. Tampoco en este ámbito se han recuperado todavía las cifras de prepandemia.

Un momento de la reunión nacional, este lunes, con numeroso público. ANDREEA VORNICU

Precisamente recuperar los números que había antes del covid es el reto marcado desde la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), cuya coordinadora, Beatriz Domínguez, señaló que la bajada en 2020 fue de un 24% en trasplantes y de un 19% en donantes. «El sistema ha mostrado capacidad de resistencia y de adaptación, pero la primera ola nos generó un impacto brutal, porque prácticamente se paralizó toda actividad», señaló. «Este año ya notamos un 6% más de donaciones y un 7% de trasplantes, por lo que me hace estar esperanzada», apuntó Domínguez.

Donación tras la eutanasia

Para volver a las cifras que hacían que España fuera líder mundial en trasplantes, ya se ha retomado la donación en asistolia. Es la que procede de un fallecimiento que ha sido diagnosticado por criterios circulatorios y respiratorios.

Además, uno de los retos es la donación de órganos por parte de personas que han solicitado la ley de la eutanasia. «Esto es ya una realidad en otros países como Bélgica Canadá y Holanda. Técnicamente estamos preparados y tenemos el deber moral de hacerlo», indicó Domínguez.

Por otro lado, la donación por parte de pacientes covid empieza a vislumbrarse ya como otra realidad en el país, aunque para proceder a ella habrá que cumplir una serie de requisitos. «En España ya hemos tenido tres donantes así de personas que habían pasado el covid y habían falleciendo por otros problemas. Eso ha permitido seis trasplantes y todos sus receptores, a quienes se les informó de que los órganos provenían de una persona que había tenido covid, han evolucionado bien», apuntó Domínguez. 

«La transmisión del covid a través de órganos es remota y solo ha habido tres casos detectados en EEUU», matizó Domínguez. «Los casos que hemos hecho en España son de personas que fallecen con una PCR positiva, pero clínicamente están curadas. Eso significa una baja carga viral y hemos considerado, dada la necesidad de los receptores, que correr el riesgo merecía la pena», explicó la coordinadora de la ONT.

Asimismo, la situación ahora es más favorable para este tipo de intervenciones porque «la lista de espera son personas ya vacunadas», dijo Domínguez. «Nuestro objetivo principal es recuperar las cifras de prepandemia y tenemos varias herramientas, algunas nuevas, para lograrlo», añadió.