La llegada de los parques de energías renovables a las tierras aragonesas siguen encontrando escollos por el camino. Ahora es el Colegio Profesional de Biólogos de Aragón el que exige una moratoria en la concesión de autorizaciones ante la «avalancha descontrolada» de proyectos eólicos y fotovoltaicos hasta que la comunidad desarrolle «una planificación territorial adecuada» en esta materia.

En un manifiesto que incluye un decálogo de recomendaciones, la institución señala que las centrales eólicas producen «cuantiosas bajas por colisión de aves y murciélagos contra sus palas». El colegio informa de que en el último lustro habían muerto 1.260 animales (919 aves y 341 murciélagos) en aerogeneradores, según datos del Centro de Recuperación de Fauna. Inciden en que en 2020, con el desembarco de un nutrido número de proyectos, más de 500 animales por esta causa, cuando solo en 2019 se registraron 87. Respecto a las plantas de fotovoltaicas, se dice que estas requieren amplias superficies, lo que supone «la pérdida de hábitat para las especies que las ocupan, como la ganga, la ortega o la avutarda, especies que en Aragón han perdido la mitad de sus efectivos en los últimos 10 años. Aún así, desde el colegio subrayan que estos datos solo son la «punta del iceberg».

Por todo esto, insisten los biólogos en que si bien la descarbonización es «necesaria», esta debe llevarse a cabo atendiendo a la «ordenación de usos propios de la planificación territorial» y siempre sin dejar al margen los «recursos intangibles que provienen de los servicios que generan los ecosistemas naturales, la prevención y control de la contaminación y la protección y recuperación de la biodiversidad».

"Baja transparencia"

El colegio de biólogos denuncia además «la baja transparencia de los procedimientos», con plazos realmente escasos para revisar la compleja documentación de los proyectos y «sin informar directamente» a las organizaciones afectadas. Además, critican que las empresas promotoras presentan documentos con «escaso detalle y baja calidad», que llevan aparejados estudios de impacto ambiental «que desconocen los efectos que las acciones esbozadas pueden generar sobre el medio ambiente». En este sentido, denuncian que dichos análisis incluyen solo «estudios parciales de avifauna y quirópeteros», indicando que se entregará uno posterior (anual) en la fase de seguimiento, cuando ya se hayan instalado las plantas en cuestión.

Por todo ello, el colegio de biólogos reclama en un decálogo una moratoria a nuevas plantas solares y eólicas en Aragón, «especialmente las de mayor magnitud sujetas al procedimiento de evaluación de impacto ambiental», hasta que exista una planificación territorial adecuada que debe realizarse «urgentemente». Solicitan asimismo una «adecuada coordinación administrativa» de los procedimientos de evaluación de impacto ambiental Autonómica y Estatal y piden que «ni la oportunidad de desarrollo de renovables ni el aluvión de proyectos debe ser excusa para disminuir las garantías legales de protección medioambiental».

Por otor lado, los biólogos dicen sobre los proyectos que deberán diseñar y detallar todas las acciones que se generen en fase de obras, explotación y desmantelamiento de la instalación, además de destacar que las medidas compensatorias «no deben ser la excusa para aprobar proyectos con impactos ambientales críticos». Vuelven a incidir en este punto cuando hablan de que la aprobación debe basarse «en un criterio científico-técnico sólido y no en presiones políticas», manifestando asimismo la necesidad de crear un «mecanismo explícito para garantizar la independencia técnica plena de los estudios costeados por el promotor».