La violencia de género sigue siendo por desgracia una realidad, que en el medio rural permanece más oculta. Las mujeres tienen mayores dificultades y les cuesta mucho más reconocerse como víctimas, ya sea por presión familiar o social. Así se puso de manifiesto este martes en la jornada online organizada por la Diputación de Zaragoza que pudo seguirse en directo por streaming en la web de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. Cinco voces expertas acercaron esta problemática en un encuentro que tenía como objeto prevenir y concienciar sobre la situación de esta lacra en nuestros pueblos.

Casi el 80% de las mujeres que han sufrido violencia física, psicológica, económica y sexual en poblaciones inferiores a 2.000 habitantes no denuncian, según datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. «El poder del silencio en el entorno rural provoca para muchas quedarse y aguantar antes que abandonar la relación con sus parejas», indicó Luisa Velasco, formadora experta en violencia de género. «Es un entorno más tradicional, rígido y cerrado, donde hay un menor anonimato y las víctimas están más estigmatizadas».

El medio rural tiene unas características especiales que evidencian esas dificultades cuando existe una víctima de violencia de género. Existen mayores obstáculos para acceder a los recursos, menores oportunidades laborales y un mayor control social y de la pareja. La denuncia puede ser el principio de la recuperación, pero no siempre es fácil porque la presencia de hijos hace que tengan miedo a perderlos, tienen mayor dependencia económica o emocionalmente de su pareja o afrontan un futuro incierto a la hora de cambiar de localidad. 

A pesar de que este tipo de delitos suele darse en el ámbito privado, la Guardia Civil incide en que cualquiera que tenga información sobre la comisión de un delito de violencia de género debe ponerlo en conocimiento de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado o del juzgado. «Es fundamental la colaboración ciudadana para erradicar este tipo de violencia, sobre todo porque en la mayoría de las situaciones las víctimas de los casos más graves no tienen suficiente fuerza para afrontar una denuncia», subrayó Beatriz Berné, comandante jefa de Policía Judicial e Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza, quien también alerta del incremento de los casos en jóvenes y el uso que estos hacen de las redes sociales y de sus ubicaciones.

Desde el punto de vista jurídico, la abogada Amaya Betoré, experta en el turno de asistencia a víctimas, habló de la Ley Orgánica 1/2004 que marcó «un antes y un después» ya que «se adoptaron medidas específicas para combatir el problema de la violencia de género». Además, María Jesús Soler y Yolanda Paúl, trabajadoras sociales de la asociación Acisjf in Vía, pusieron voz a su experiencia personal en la asistencia y el perfil de las mujeres atendidas.