Las bolsas de tiendas de ropa, complementos o maquillaje son ya desde hace mucho tiempo un elemento más del paseo Independencia y las calles del centro. Raro es caminar por las calles y no ver a nadie tan cargado como para renovar todo su armario, a no ser que sea la víspera del Black Friday.
Los carteles y escaparates llevan ya varios días anunciándolo, no es un secreto, el último viernes del mes de noviembre llegan los descuentos. Justo antes de la llegada de la Navidad esta tradición americana se ha convertido en una de las fechas clave para el público aragonés y aunque cuando la tradición fue importada ofrecía grandes descuentos durante unas horas, cada vez son más los establecimientos que alargan los días con ofertas y promociones.
En el caso de la marca Intimissimi, con tienda en el céntrico paseo Las Damas, su dependienta, Carmen, ya tiene todo preparado para la jornada. «Llevamos con descuentos en prendas seleccionadas desde el lunes, pero mañana toda la tienda va a estar al 50%». La trabajadora asegura que se espera una gran afluencia de público, «va a ser un caos como todos los años, ya estamos acostumbradas», añade.
El tiempo se ha convertido también este año en uno de los factores a tener en cuenta para hacer los pronósticos del día de rebajas. Las tiendas del centro de Zaragoza miran al cielo esperando a ver si la lluvia les dará una tregua. «Si sale un día mejor la gente saldrá por el centro y habrá mucha afluencia, si llueve es más probable que sean los centros comerciales los que estén llenos», apunta la empleada. A ella no es a la única a la que le preocupa la lluvia. La marca de cosmética Kiehl’s, con tienda en el paseo Independencia, lleva desde el pasado viernes con descuentos del 20% en todos sus productos pero el temporal de lluvias ha entorpecido las ventas. «El lunes y el martes ha llovido tanto que apenas hemos tenido clientas, esperamos que mañana la gente este más animada y podamos recuperar las ventas», apunta Inma, su dependienta.
Las marcas esperan recaudaciones importantes durante este viernes. Laila dependienta de Parfois en su establecimiento del centro, cuenta que se triplica la recaudación de un día normal.
Los clientes también se preparan, Belén ya pasea con sus bolsas junto a su madre y a su hermana por plaza Aragón y aunque normalmente no espera a las fechas de rebajas este año ha aprovechado los descuentos anticipados para comprarse un abrigo. Marta, recién bajada del tranvía, cuenta que aprovechara para «comprar jerseys y pantalones». La joven señala que ya sabe lo que quiere y que lo va a adquirir online para «evitar aglomeraciones». Esta es la tenencia que siguen los más jóvenes, Paula comenta que ya ha recibido el aviso de Inditex de las rebajas en web, «te compras las tallas que necesites, te lo pruebas y luego ya devuelves lo que no te valga», explica la joven.
No todos los establecimientos se suman a esta iniciativa comercial. La tienda de ropa Tacatuca, situada en la calle Tomás Bretón, es un ejemplo. Su gerente, Estela Garro, explica que se trata de una cuestión de «cuidar al cliente todos los días». «Somos un establecimiento pequeño que hacemos constantemente reposiciones de nuestros productos estrella y trabajamos con unos márgenes muy ajustados. Creemos que no es agradable para el cliente que se ha comprado una prenda encontrarse el mismo producto rebajado unos días después», alega la empresaria.
