El aumento de casos de coronavirus, los rastreos, las enfermedades habituales del otoño como catarros, otitis o gastroenteritis, y la vacunación contra el covid y la gripe están llenando los centros de salud y saturando el servicio de admisión. A estas citas, además, se añade la petición del pin para poder descargarse el pasaporte covid, después de la implantación por parte del Gobierno de Aragón para acceder a los locales de ocio nocturno, celebraciones y eventos multitudinarios.

De hecho, el miércoles, día del anuncio, se solicitaron un total de 15.453 documentos, 12.870 descargas online del certificado y 2.583 presenciales. Ese día se colapsó la página web, al igual que en muchos momentos del día de este jueves. La cifra triplica la de la jornada anterior cuando se pidieron 4.567 documentos (3607 y 960, respectivamente) y casi quintuplica la del martes anterior con 3.699 peticiones (2.953 y 716).

La petición del pin

La petición del pin, sumado a las citas diarias hizo que el miércoles, al igual que en días anteriores, se formaran largas filas en los servicios de admisión de algunos centros de salud. Por ejemplo, en Las Fuentes Norte la demora para Atención Primaria era de tres días; pero hay más personal para atender a los vecinos que acuden a pedir su pin. Y también hay mucha solicitud de citas para vacunas porque la población mayor no acierta con la aplicación, asegura uno de los médicos del centro de salud. Por eso, considera que es mejor que la tercera dosis del covid se ponga fuera del centro porque ha aumentado también el rastreo por el aumento de casos. Ayer había 25 citados para el test de coronavirus, el miércoles hubo 40 y el lunes, 50. Y todo «con menos personal», asegura.

En el centro de salud del Arrabal también ha aumentado el flujo de personas solicitando el documento que señala que tienen puesta la pauta completa, y lo necesitan de forma urgente porque tienen intención de viajar; por lo que se les facilita el pin y cómo descargarlo.

Los sindicatos son los más críticos con la situación. Los centros de salud están sufriendo «otra vez» una sobrecarga laboral por el incremento de los casos covid, seguimientos, patologías rutinarias y la campaña de vacunación de covid y vacuna antigripal», señala Leandro Catalán, de Fasamet, la organización de Médicos de Atención Primaria. Y añade que se están «bloqueando» los servicios de citas y hay momentos en los que en el centro de salud en el que trabaja «tiene filas de 30 o 40 personas para ser atendidas», por lo que los profesionales «nos sentimos superados».

Csif denuncia que a los servicios de admisión de Atención Primaria, «con toda la carga de trabajo que tienen», se les añada la expedición de pasaporte covid y de los códigos pin necesarios para su descarga, por lo que, Jesús Sicilia, responsable de Sanidad, solicita que «se amplíen las plantillas» y la «mejora de los sistemas de citación y admisión, con más recursos».

Satse exige soluciones porque la carga de trabajo de los enfermeros de Atención Primaria se «duplica día a día». Vacuna de la gripe, terceras dosis o segundas en el caso de Janssen, aumento de PCR y rastreos son labores que se «suman a unas agendas que ya están bastante cargadas» con el trabajo diario del centro de salud, extracciones, atención a crónicos o visitas a domicilios, señalan. Y añaden además que las enfermeras que están asumiendo esa carga son las mismas que había antes de la pandemia, ya que «se rescindieron la mayor parte de los contratos de refuerzo».

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Esta deficiencia también se da, según el Sindicato de Enfermería, en los hospitales. Por ejemplo, en el Servet, según Satse, las profesionales «iban a comenzar a disfrutar de los descansos» necesarios para «reponerse física y psíquicamente» gracias a la contratación de nuevos enfermeros pero esos contratos se retrasan una semana hasta el 3 de diciembre por «motivos presupuestarios». Una situación que corrobora Elena Lahoz, de UGT, quien denuncia que la espera a las puertas de los centros de primaria se hacen, en muchos casos, «en la calle». También desde CCOO afirman que las «largas filas» para la citación de la vacuna de los mayores llevan ya «muchos días.