El Gobierno de Aragón aportará a la capital aragonesa 112 millones en los próximos cuatro años. Ambas instituciones han firmado este lunes el convenio de financiación hasta 2024 por el que el consistorio recibirá anualmente 20 millones de euros del Ejecutivo aragonés con los que desarrollar «políticas sociales y educativas», además de otros 8 millones por ejercicio para fondos no condicionados por la ley de capitalidad. Este fue el acuerdo más relevante que se alcanzó ayer en la comisión bilateral, al que hay que sumarle la modificación del planeamiento urbanístico para construir unas 500 viviendas en Las Fuentes y Casablanca.

Ni el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ni el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, han querido pronunciarse sobre la polémica surgida en torno al proyecto del socialista para reconvertir los cacahuetes de la Expo en vivienda, o sobre el futuro de La Romareda. Hoy tocaba hablar solo de los pactos, de nada más, ha venido a decir Azcón. Tampoco de los Juegos Olímpicos, después de que la DGA no contara con el primer edil para la visita del pasado del representante del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco. Un gesto que generó bastante malestar en la casa consistorial.

Los acuerdos

El alcalde, que ha confesado sentirse «razonablemente satisfecho», ha estacado que el hecho de haber alcanzado un pacto sobre la financiación para los próximos cuatro años no solo es «histórico», sino que abre una «etapa de estabilidad». Sencillamente porque ya no tendrán que negociar año a año la aportación que llega desde el Ejecutivo autonómico por prestar competencias delegadas.

De forma paralela, el ayuntamiento se compromete a desistir de los procedimientos en marcha relacionados con el Convenio Económico Bilateral de Financiación. Sí que se mantendrá judicializado el futuro de los juzgados de la plaza del Pilar, una decisión compartida entre ambas partes, que no han sido capaces de alcanzar un acuerdo que posibilite los usos compartidos del inmueble.

El presidente de Aragón, que ha explicado que se había fijado el abono de 20 millones anuales para «políticas sociales y educativas» hasta 2024 (incluido), ha destacado que en la pasada legislatura, con Zaragoza en Común (ZeC) al frente, se logró consensuar la ley de capitalidad y que, ahora, con Azcón, se habían conseguido dar «pasos relevantes» sobre financiación.

«El territorio sin Zaragoza no es nada y Zaragoza sin el territorio tampoco», ha declarado el presidente Lambán, que ha reiterado la importancia de buscar «el bien común» implicando a los ayuntamientos, pero también al tercer sector y a los agentes sociales. «Entendiendo Aragón como un proyecto común», ha matizado.

Rueda de prensa de Lambán y Azcón tras la Reunión Bilateral

 Estabilidad y certidumbre

El alcalde de Zaragoza ha celebrado la asignación pactada y, sobre todo, la «estabilidad» que generará en la casa consistorial conocer de antemano el dinero del que dispone. «Dará estabilidad a las cuentas porque hay certidumbre y se sabe lo que se va a ingresar», ha explicado Azcón, que aunque ha admitido que en la cifra global el consistorio sale perdiendo (por poco), el primer año (este 2021) recibirá más del que le correspondería a la ciudad.

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El presidente del Ejecutivo, que ha querido ensalzar la importancia del territorio para Zaragoza y viceversa, ha anunciado que está preparando un congreso con la Generalitat valencianna para abordar la «desconcentración de la capitalidad», una iniciativa que se tuvo que aplazar por la pandemia.

Zaragoza recibe así una financiación mucho más acorde a su importancia. Al menos se puede sentir mejor tratada en este pacto que solo es el primero de los previstos. «Comparto con el alcalde la imperiosa necesidad de llegar a acuerdos. En los próximos meses verán más pactos entre los dos», ha concluido Lambán.