La avenida de Ramón y Cajal de Huesca continúa sumando pasos para su transformación en «un paseo innovador, sostenible y adaptado a las nuevas formas de movilidad». Así lo ha manifestado la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Huesca, María Rodrigo, al dar a conocer los detalles de la tercera fase de reurbanización que comenzará este mes de diciembre y se prolongarán durante ocho meses. Estos trabajos suponen una inversión de 1,3 millones de euros para ejecutar obras en el tramo de esta vía que confluye con el Coso Bajo y la plaza Unidad Nacional. Esta adjudicación eleva la inversión total en la transformación del Paseo a más de seis millones de euros.

La concejala ha explicado que este proyecto va a significar «una renovación completa». Contará con dos carriles de circulación vial (en lugar de cuatro que existían anteriormente); aceras que pasan de 1,8 metros a una anchura de entre 7 y 10 metros para dar prioridad al peatón; la implantación de carriles bici y aparcabicis; un incremento significativo del mobiliario urbano; una importante plantación de arbolado; un aumento de los puntos de carga y descarga y una rotonda que ordene la circulación en el punto de confluencia con el coso, el casco antiguo; la plaza de toros y con la propia avenida de Ramón y Cajal.

Rodrigo ha recordado que esta es una de las vías de acceso a la ciudad que requería una modernización importante en todos los aspectos: «Se trata de poner al día la propia calle y sus elementos característicos pero también otras muchas cuestiones que no son tan visibles pero igualmente necesarias, como por ejemplo la sustitución de la red de saneamiento que transcurre en el subsuelo o la renovación de las luminarias, una necesidad que trasladaron los vecinos durante el proceso participativo».

El proyecto de la tercera fase de la Avenida de Ramón y Cajal contempla la actuación en una superficie de cerca de 4.000 metros cuadrados y supondrá un notable cambio en la imagen actual del paseo, mejorando la movilidad gracias a amplias zonas pacificadas.

Este tramo contará con dos carriles de circulación de tres metros cada uno, aceras de diez metros en ambos lados de la vía, zonas verdes, zonas infantiles, un nuevo kiosco de prensa y carril bici. Además, se mejorarán los servicios de abastecimiento de agua y la red de saneamiento, se instalarán luminarias led y se renovará la red de recogida de aguas pluviales.

El redactor del proyecto, el arquitecto Sixto Marín Gavín, explicó que las tres fases de reurbanización de la Avenida darán «unos resultados muy equilibrados» en cuanto a los usos y destacó aspectos como el hecho de utilizar hormigón permeable en ciertos puntos, que deja respirar la tierra, filtra el agua y libera el dióxido de carbono y, sobre todo, la solución final con «una rotonda que desenmarañe el tráfico y manteniendo elementos característicos de la avenida como el quiosco de prensa que se integrará estéticamente con el conjunto».