Han hecho falta diez meses y 64 jornadas de paros en el autobús urbano de Zaragoza para que le empresa y el comité hayan sellado un primer acuerdo, aunque la plantilla se ha dado un plazo de dos días para estudiar el borrador. El acercamiento, que no entra en el fondo de la cuestión, se convierte en el primer avance de una larga negociación, llena de obstáculos y con unas diferencias muy marcadas entre ambas partes.

Así, con más de 50 reuniones fallidas, Avanza Zaragoza y el comité han alcanzado un preacuerdo este martes sobre el protocolo de actuación a seguir en el caso de que un conductor comunique al servicio de ayuda a la explotación (SAE) que se encuentra indispuesto y no puede continuar con su labor. Ya existía uno, pero los empleados no estaban de acuerdo sobre la responsabilidad que tenía el empleado si acababa abandonando su puesto de trabajo.

Una exigencia que los trabajadores pusieron sobre la mesa hace un año, cuando un conductor solicitó su relevo mientras conducía el autobús de la línea 23 porque no se encontraba bien. Según denunció en su momento el comité, llamó a la central para solicitar que pusieran al frente a un conductor de reserva y, en ese momento, no había. Tuvo que circular hasta el paseo Pamplona desde la puerta principal de Grancasa, donde le esperaba un inspector, para poder acudir a un hospital, donde falleció.

No es la primera vez que se negocia este protocolo de actuación, pero hasta ayer no se había logrado un texto que, por lo menos a priori, convenciese a ambas partes. Un pequeño avance que, sin embargo, no entra en el fondo del conflicto, que se debe a un desacuerdo sobre la aplicación del convenio colectivo. Quedan todavía muchos escollos por salvar para que el problema termine.

Primera reunión en un mes

La de este martes ha sido la primera reunión entre las partes que se dio en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) desde el pasado 30 de septiembre, mientras que desde el 3 de noviembre el comité y la plantilla no se habían juntado tampoco en las oficinas de la empresa. El jueves juntarán de nuevo, también en el SAMA, para seguir hablando.

A pesar de este tímido acercamiento, ambos actores insisten en que las posturas siguen muy alejadas. La empresa alerta de que los trabajadores piden subidas de sueldo inasumibles y la plantilla advierte de que, tras el preacuerdo alcanzado, seguirán reivindicando mejoras económicas y que Avanza «cumpla con el convenio», así como la implantación de un plan de igualdad que facilite la conciliación.

Como explicó el gerente de Avanza, Guillermo Ríos, en una entrevista en EL PERIÓDICO, con los paros se han dejado de facturar 800.000 euros desde febrero. Además, el aumento salarial que piden desde el comité, sumado a la reducción de la jornada laboral, supondría un incremento en el gasto de la masa salarial de 18 millones en cuatro años.

Los trabajadores del bus, que de media están perdiendo al mes unos 150 euros por los paros, retomarán la huelga el próximo lunes, salvo que haya avances más importantes durante esta semana, explicó el presidente del comité, Javier Anadón.

Respecto al incremento salarial, aseguran que la subida que reclaman es asumible para Avanza, de hecho, están estudiando presentar una nueva oferta. Hasta ahora reclamaban un 2% para 2020, un 3% para este año y el resto hasta 2023, y el IPC ya va por el 5,5, matiza Anadón.

La posición del ayuntamiento

Mientras, en el tranvía la situación no está mucho mejor y la semana pasada la empresa Los Tranvías retiró su oferta. Sus trabajadores acumulan paros desde el día de Reyes, y no parece que la negociación vaya a mejorar.

Ambos comités de empresa, el del bus y el del tranvía, han solicitado en reiteradas ocasiones que se involucre el ayuntamiento en el conflicto, pero tanto el alcalde, Jorge Azcón, como la concejala de Movilidad y Servicios Públicos, Natalia Chueca, han rehusado hacerlo argumentando que se trata de una negociación interna, entre las empresas y los trabajadores.

Por este motivo, la opción de contratar a un mediador está descartada. Fuentes de Movilidad consideran que las negociaciones deben realizarse en el SAMA.