La empresa aragonesa Operon, una de las pioneras en el sector farmacéutico en la comunidad, va a multiplicar por cinco la superficie de su planta tras haber adquirido una parcela en Plaza de 17.800 metros cuadrados. La inversión prevista, según el director gerente de la compañía, Tomás Toribio, va a rondar los diez millones de euros y refleja el crecimiento económico de esta actividad a nivel mundial. La primera fase de las obras de la nueva fábrica estará lista en 2023, cuando se cumplan 50 años del nacimiento de Operon.

Esta empresa se dedica a la fabricación de todo tipo de tests diagnósticos y comenzaron comercializando pruebas de embarazo. Ahora tienen más de 50 referencias en su cartera que permiten, entre otras cuestiones, la detención de bacterias, parásitos y virus, incluido el SARS-Cov-2, el causante del covid.

Hasta ahora, Operon tenía su planta en Cuarte de Huerva y operaba en una parcela de 3.500 metros cuadrados y 4.000 construidos. El nuevo espacio del que dispondrán en Plaza quintuplica estas cifras: la nueva fábrica tendrá 21.360 metros cuadrados construidos, aunque inicialmente se va a ejecutar una primera fase del proyecto en la que se erigirán 9.000 metros cuadrados. 

Así ampliará su planta Operon en Plaza. Operon

El proyecto de ampliación lleva ya tiempo trabajándose. Fue hace cinco años cuando Operon compró una primera parcela en Plaza y hace uno los trabajos se intensificaron hasta llegar a este miércoles, cuando se hizo pública esta millonaria inversión. En la actualidad, esta compañía emplea a 82 personas (el 85% son mujeres) y se espera que en los próximos años la plantilla pueda incrementarse en un 20%.

«Nuestro objetivo es crear nuevos puestos de trabajo enfocados al perfil bioquímico, tanto investigadores como ayudantes de laboratorio y personal de planta de producción. Las nuevas instalaciones nos van a permitir seguir avanzando en proyectos de desarrollo de nuevos biosensores», explica Toribio.

El director gerente de Operon afirma además que, para esta empresa aragonesa, la pandemia del covid no ha supuesto ningún aliciente, puesto que cuando comercializaron su propio test rápido «el mercado ya estaba inundado». Aún así, esta compañía aragonesa fundada en 1973 dispone de distribuidores con marca propia en más de 50 países y la exportación supone alrededor del 90% de su facturación, que ascenderá a unos 9 millones de euros cuando acabe el presente año.

Con todo, y a pesar de no haberse aprovechado de la pandemia, la empresa espera en los próximos años crecer al calor del desarrollo del sector farmacéutico a nivel mundial, que incrementa sus cifras de negocio «entre un 5 y un 7%» cada año. «Queremos ir despacito pero con buena letra, ese es nuestro objetivo», afirma Toribio.

Operon se caracteriza, además, por encargarse de todas las fases de la producción de sus test, desde la fabricación de las materias primas en sus fermentadores y biorreactores hasta el ensamblaje de las piezas. Ahora, buscan implementar programas para mejorar el estudio de los datos «a través de la inteligencia artificial». 

La inversión de Operon se une a otras anunciadas en los últimos meses por parte de otras empresas relacionadas con la salud que también van a aumentar su presencia en Aragón. Es el caso de Quirón y su nuevo hospital en Zaragoza (100 millones), la nueva planta de Becton Dickinson (165 millones), la fábrica de vacunas de Certest en San Mateo (otros 100 millones) y las ampliaciones de Teva (40 millones).

El clúster apuesta por la colaboración

El clúster del sector de la salud en Aragón, Arahealth, busca que todas las empresas dedicadas a esta actividad se unan bajo un mismo paraguas para poder acceder más fácilmente y con más éxito a los fondos europeos y a las subvenciones del PERTE (1.500 millones) del Gobierno de España. Según el presidente de esta entidad, Javier Ruiz Poza, la comunidad tiene potencial para seguir creciendo en este ámbito y por ello están impulsando una iniciativa, Aragón Medical City, que una a todos los actores, públicos y privados, de este ámbito. 

En la comunidad existe, explica Ruiz Poza, entorno a 1.000 científicos distribuidos por los centros de investigación aunque el sector, según los datos ofrecidos por el Gobierno de Aragón, es mucho más grande. En la comunidad emplea a más 54.000 personas y su valor supone más del 8% de la riqueza que se genera en nuestro territorio.

Por ello, el presidente de Arahealth apuesta por la colaboración público-privada, entre hospitales, centros de investigación, Universidad y empresas para hacerse fuertes y crear "un polo de competitividad". Zaragoza, además, ha de aprovechar su localización. La capital aragonesa está a 300 kilómetros "del 90% del sector farmacéutico", que se distribuye entre Bilbao, Madrid, Barcelona y Valencia.

"La pandemia ha demostrado que sin salud no hay economía y que la salud puede generar mucha economía", zanja Ruiz Poza, que felicita a Operon por la felicitación de su planta.