La previsión meteorológica de nevadas en el Pirineo y la alerta de la Dirección General de Tráfico que animó a los turistas a adelantar el regreso a casa logró su objetivo. La operación retorno del puente festivo de la Constitución y la Inmaculada culminó ayer sin grandes retenciones ni accidentes de circulación, aunque con un flujo constante de vehículos desde las principales arterias del Pirineo hacia la capital aragonesa y en dirección a otros grandes focos emisores de turistas, como Madrid. Pese a que la acumulación de nieve obligó a llevar cadenas en una decena de carreteras nacionales y cortó los accesos a Francia por el Portalet, el resto de vías vivió una jornada «tranquila», con menos afluencia de la esperada.

La precaución primó entre los viajeros, que aunque en algunos casos no decidieron adelantar el regreso al martes, sí que optaron por circular en horarios distintos a los habituales. Mientras antes del puente Tráfico preveía la mayor circulación entre las 16 y las 21 horas de ayer miércoles, la realidad fue que el tráfico ha sido denso pero fluido durante toda la jornada y sin picos de congestión. Entre media mañana y el mediodía y a primera hora de la tarde es cuando se ha registrado más movimiento. Aun así, no se produjeron retenciones.

Aspecto de la carretera de Huesca, esta misma tarde, en los accesos a la capital aragonesa, tras el puente festivo. ANGEL DE CASTRO

Desde las 10.45 horas, ha estado habilitado el paso por el túnel de Bielsa- Aragnouet, que permanecía cerrado desde el domingo a las 14.15 horas por el «riesgo de avalanchas». El director del consorcio del túnel, Andrés Olloqui, explicó que no se registraron incidentes desde la apertura y, de hecho, no fue necesario el uso de cadenas ni de neumáticos de invierno hasta avanzada la tarde, cuando se fue acumulando la nieve. «La circulación es normal, no hay retenciones», señaló. En el caso de Bielsa, el cierre durante casi tres días por riesgo de avalanchas se demostró eficaz, puesto que tuvieron que retirar un alud de 1,5 metros de espesor sobre la calzada. «Esto demuestra que el sistema de alertas funciona», dijo Olloqui.

No obstante, el Portalet siguió cerrado por el riesgo de avalanchas en el lado francés, y en varias carreteras fue necesario el uso de cadenas o neumáticos de invierno. Según informaron fuentes de la Dirección General de Tráfico, a última hora de la tarde la situación más complicada estaba en la N-330 entre Villanúa y Francia, donde era obligatorio el uso de cadenas.

También en la A-136 entre Biescas y el Portalet; en el puerto de Cotefablo (N-260A); en la N-260, entre Yebra de Basa y Fiscal; y en la A-2705, a la altura de Valdelinares, del kilómetro 15 al 18. Además, desde el pasado lunes está intransitable la A-135, en el municipio sobrarbense de Torla, del kilómetro cinco al diez, y, desde el día 2, la carretera provincial CP-010, en Tarazona (Zaragoza), del kilómetro 9 al 19. A partir de las 20 horas, los responsables de Tráfico explicaron que el flujo de vehículos ya había bajado. La previsión era que los turistas completaran su trayecto antes de la medianoche.

Eso sí, no hay datos oficiales ni del número de desplazamientos que se han registrado durante el puente festivo, ni de cuántos adelantaron su regreso, aunque fuentes de la DGT constataron que la operación fue «más escalonada» que en otras ocasiones. El primer gran puente sin restricciones después de la pandemia dejó la buena noticia de una jornada sin incidentes en la carretera, a pesar del riesgo de la nieve y el hielo.

Este jueves, las alertas meteorológicas de la Agencia Estatal de Meteorología continúan, con aviso naranja por nieve en las Cinco Villas y el Pirineo, y aviso amarillo en el centro de Huesca, con probabilidad de nieve del 40 al 70%.