¿De repente un día le suena el teléfono?

(ríe) Sí. Me suena el teléfono y me dicen: ‘¿Quieres trabajar conmigo?’ Era el señor Aliaga, claro. Me pidió mi currículum y aquí estoy. No me lo esperaba, fue toda una sorpresa. 

¿Qué le dijo el consejero cuando llegó?

Me dio la enhorabuena y me preguntó: ‘¿Estás fuerte?’. Le dije que sí. ‘¿Tienes ganas de trabajar? Pues aquí tienes muchísimo trabajo, da todo de ti’.

¿Le hizo alguna referencia a Elena Allué, a la que despidió tras las elecciones en el PAR?

No me dijo nada ni hacen falta explicaciones de lo que pasó con Elena. Arturo es una persona muy prudente y me conoce porque soy militante del PAR desde 2011.

¿Qué le parece la situación del partido?

Me parece que podemos llegar a puntos de encuentro. Es una pena porque tenemos a una persona con una capacidad de trabajo enorme, un buen gestor, fiel a sus principios y a su gente. Podemos tener puntos de encuentro, pero ha gente que busca otras salidas.

Aliaga está dolido por lo que ocurrió con Allué. ¿Le habló de fidelidad?

No me habló de fidelidad, pero me conoce y sabe que soy una persona muy transparente. Soy muy amiga de mis amigos, muy familiar y por el partido lo doy todo.

¿A Allué la conoce?

He trabajado con ella. Estuve ayudándole en las primarias cuando se presentó a la alcaldía del Ayuntamiento de Zaragoza. Cuando conoció mi nombramiento me mandó un mensaje de felicitación.

¿Se lo pensó o es una oferta a la que no se puede decir que no?

Es una oportunidad en la vida que no hay que dejar pasar. A mí me gusta la docencia, pero sabía que podía hacer algo más. 

No ha sido un aterrizaje común, a mitad de legislatura y tras un cese. ¿Cuál fue su primera reflexión?

Ya conocía algo de lo que se estaba trabajando en esta Dirección y veía alguna deficiencia, algunos temas que se podían abordar y no se abordaban. Impulsar la nieve es un punto estratégico, pero me dio la impresión de que podía entrar y aportar algo dentro de mis conocimientos, dar un valor añadido.

"Quedan las 5.000 subvenciones de los 50 millones de hostelería. Ha habido problemas con los ayuntamientos de las capitales, pero hemos hecho una modificación y vamos a adelantar ese dinero. Pagaremos en fecha como hemos prometido (antes de final de año)"

¿Qué relación ha tenido con el sector del turismo a lo largo de su carrera?

Llevo 27 años impulsando proyectos turísticos. He sido gerente de parques arqueológicos en Aragón y he estado gestionando un programa del Gobierno de Aragón durante más de 27 años que se llama Conoce Aragón. A través de la docencia, además, he impartido clases sobre Aragón, su patrimonio histórico, artístico y cultural. Y estoy dentro de la junta directiva del Sitar (Sindicato de Iniciativas Turísticas de Aragón). Soy doctora en arqueología, he trabajado en proyectos de investigación y direcciones de campos de trabajo y como arqueóloga. Sobre todo, he estado unida a proyectos turísticos, de promoción, señalítica, y parques arqueológicos. 

¿Cuáles es su primer objetivo?

Resolver todas las subvenciones que tenemos pendientes. El segundo, sacar adelante todos los planes ordinarios de sostenibilidad turística que tenemos en Aragón, y los extraordinarios que estamos actualmente ejecutando. Y el tercero, dar un cambio a la Dirección, poner un poco de impronta y sacar nuevos productos turísticos. Tenemos un turista muy exigente que busca emociones, experiencias. 

¿Cuántas subvenciones quedan por pagar?

Las 5.000 de los 50 millones de hostelería. Se van a intentar pagar antes de final de año. Ha habido problemas con los ayuntamientos de las capitales, pero hemos hecho una pequeña modificación y vamos a adelantar ese dinero. Vamos a empezar la tramitación del pago de esos expedientes entre tanto firman estos ayuntamientos. Pagaremos en fecha como hemos prometido (antes de final de año). Desde el primer día que estoy aquí, estamos todo el equipo pendientes de esa línea de ayudas para la hostelería. 

¿A qué se le puede dar un giro?

Vamos a proponer una serie de rutas trabajando de forma transversal con otras consejerías como Patrimonio, Cultura o Educación. Queremos promocionar el turismo sostenible. Dentro de este y del turismo rural, queremos también darle un giro para el turista que llega a nuestra región y ve que tenemos un Aragón con tanta biodiversidad. Lo que pretendemos es atraerlo a través de un maridaje con la gastronomía, e incluir como valor añadido el enoturismo con esas cuatro rutas del vino que tenemos en Aragón. 

¿Cuáles son las rutas?

La de los dólmenes, que tenemos 100 en Aragón; la senderista, con una ruta de calzadas romanas, una de villas y colonias romanas; la de los celtíberos; la ruta del mudéjar, que ya se está trabajando desde la diputación provincial pero queremos darle un valor añadido al mudéjar tanto de Teruel como de Zaragoza, que está declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Anteriormente, en esta legislatura, se habló de la Corona de Aragon, pero me parece más adecuado hablar del Reino de Aragón y materializar una serie de rutas que se plantearon. Hay que hacer una revisión estereográfica para la Ruta del Cid, la del Santo Grial o incluso la de Alfonso I El Batallador. Es muy importante conjugarlo todo esto, por ejemplo, con música sefardí... o medieval en los claustros de los monasterios aragoneses. Tenemos una conexión muy importante con el Sefarad, con los sefardíes que llegaron y retornaron. Tenemos unas juderías en las Cinco Villas, Calatayud, Caspe, el Aranda o Daroca... Podemos conectar con ese turista que nos llega desde Israel para poder mostrar ese producto que tenemos en esta tierra y que vean sus vínculos.

¿Por qué dice que el turista que visita Aragón es exigente?

En la inauguración de Aratur preguntaron en el stand de Aragón por rutas culturales, por la ruta de los íberos, o por museos romanos. Estamos hablando de un turismo de interior, pero a la vez de mucha gente interesada en la historia. Tenemos arqueólogos franceses, pioneros en su campo, que retornan a Aragón en busca de arte rupestre levantino. Bueno, pues tenemos ese arte rupestre levantino que es patrimonio de la humanidad por la Unesco, pero también tenemos el parque de Ordesa o el Camino de Santiago. Tenemos tantos recursos en Aragón que lo que tenemos que hacer es potenciarlos.

En el Camino de Santiago hay mucho trabajo, está en malas condiciones.

Sí. Hay mucho que hacer, tenemos que promocionar el Camino aragonés.

¿Se ha planteado incluir a Zaragoza?

Habría que meter a Zaragoza en el Camino, sí. Tenemos el Alma Mater, además, un centro expositivo impresionante. Hay que buscar a ese peregrino porque una de las rutas marianas mas importantes la tenemos aquí.

 ¿Cuánto se puede hacer en año y medio?

Puedo sacar adelante la ruta de los dólmenes, la de Alfonso I El Batallador y la de los sefardíes. De las ocho rutas que he trazado, la mitad seguro que las hacemos. Y las otras se pueden dejar hilvanadas. Hay trabajo hecho ya y hay que darle una continuidad, pero también darle una impronta distinta. 

¿Planea alguna novedad en cuanto al turismo de la nieve?

De momento, lo mantenemos tal cual. Tenemos los Juegos Olímpicos en muy pocos años y Aragón tiene que estar ahí ofreciendo la calidad de sus pistas. La unidad de todas las pistas es un objetivo a cumplir a medio plazo.

Quizá el déficit sea enganchar al turista extranjero.

Si apostamos por el patrimonio natural, cultural, la gente se va a sentir muy atraída. Tenemos unos paisajes suizos en el norte de Aragón (Ordesa) y tenemos desiertos como los Monegros. Es decir, podemos ofrecer grandes contrastes. El principal valor de Aragón es el territorio y su gente. Buscamos un turismo de emociones, de entrar en un municipio y entablar conversaciones, de sentir cómo viven, de ver pasar ganado... 

¿Cómo van los bonos turísticos?

Cuando acabe la temporada, el 20 de diciembre, estimamos que se habrán vendido entre un 60% y un 70%. No está nada mal. Ahora están promocionando con cuñas la nieve y hay bastante interés. Sobre todo en este puente la ocupación hotelera la tenemos arriba en las estaciones de esquí, casi al 100% en algunos puntos. Los datos son buenos. En Zaragoza se han vendido 197.000 bonos, en Huesca 967.000 mil y casi 600.000 en Teruel. El total es de 1.727.000 Son datos bastante satisfactorios. Ahora vamos a ver si podemos ampliarlo para el próximo año y, sobre todo, incluir a los balnearios.