Tras una larga noche con el Ebro acechando los municipios de Novillas, Pradilla y Boquiñeni, parece que las actuaciones realizadas durante los últimos años en el cauce del río están cumpliendo con su papel. En Pradilla, el río tiene una altura de 7,70 metros de alto pero todavía no ha alcanzado el casco urbano por lo que descartan, por el momento, la evacuación. Lo mismo sucede en Boquiñeni, donde los vecinos han estado toda la noche controlando que el río no rebasara las defensas que han creado con tierra alrededor del municipio. "Si el Ebro se mantiene así no habrá que desalojar", confirmaba su alcalde, Juan Manuel Sanz.
El presidente aragonés, Javier Lambán, preside la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) para analizar la situación provocada por el Ebro. Por el momento se ha descartado evacuar ambos municipios, aunque todo el operativo está preparado para iniciar el proceso.
En Novillas, el primer municipio ribereño de la comunidad, el Ebro ha alcanzado por la noche una altura máxima de 8,50 metros. "Es histórica", aseguraba a primera hora de la mañana su alcalde, Abel Vera, que ha celebrado que se ha superado la cresta de la avenida extraordinaria. "El agua no ha llegado a las viviendas y salvo que la mota no aguante, se van a salvar", explicaba.
Los peores momentos los pasaron ayer por la tarde, cuando el río comenzó a "golpear" el puente de Novillas. "Existía el riesgo de que ejerciera de presa y embalsara el agua, generando más presión", recuerda. Para evitarlo, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) decidió romper una mota de forma controlada para laminar el caudal y rebajar así la presión del agua. Esta acción tuvo efecto, pero aún así medio centenar de personas de 23 viviendas tuvieron que dejar sus casas.
"Por momento pensamos que podía afectar a la infraestructura, pero ya hemos pasado lo peor, ahora solo queda confiar en que la mota seguirá aguantando", añadía Vera.
Según los datos de la la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), a las 8.00 de la mañana de este lunes, el caudal del Ebro a su paso por Zaragoza capital era de 1.709,84 metros cúbicos por segundo, cuando el pasado viernes a esa misma hora era de 1.078,24. El río no ha dejado de crecer en ningún momento en los últimos días.
En Zaragoza
En Alfocea el agua empieza a rebasar el nivel de la carretera de conexión con Monzalbarba. Efectivos de la Guardia Civil se han desplazado a esta zona, así como la Unidad de Pontoneros, que pretende balizar la carretera, de manera que, mientras sea posible, se pueda atravesar con vehículos todoterreno (solo los de emergencias) en caso necesario.
Asimismo, se está detectando entrada de agua, progresivamente, en puntos habituales próximos al río, como Helios, Parque del Agua, huertos de Juslibol, parte baja de Vadorrey, arboleda de Macanaz y parque de la Cruz Roja (entre puente Almozara y Pasarela Voluntariado).
En cuanto al posible desalojo de Pradilla y Boquiñeni, la delegada del Gobierno de Aragón, Rosa Serrano, señaló este domingo en Novillas: «Estamos listos y preparados para una evacuación». La capacidad de reacción de todos los operativos es «máxima», según sus propias palabras. El presidente Lambá, por su parte, detalló que en esta ocasión la crecida está siendo "más lenta» que las anteriores, lo que provoca que la punta se retrase y, a la vez, se prolongue durante más tiempo.
En Pradilla el río ha alcanzado los 9 metros de altura (anoche eran 8,39), y en Boquiñeni, donde se han realizado labores de achique, los vecinos se han organizado para vigilar por turnos el avance del río durante la noche. «Va a ser una noche larga por la inquietud y por la propia estación del año. Amanece muy tarde y obliga a que las previsiones respecto a las medidas a adoptar se tengan que hacer con mucha antelación», avanzó el presidente aragonés tras la reunión mantenida por la tarde con los ayuntamientos.
Por la mañana, durante su visita a Novillas, Lambán lanzó un mensaje de tranquilidad y explicó que las actuaciones que se han llevado a cabo en los últimos años permitirán minimizar las afecciones del desbordamiento. El presidente de Aragón defendió la necesidad de limpiar los cauces del río y la vegetación sobrante porque «cuando llega una avenida puede ser un problema». Es lo que se ha hecho en los últimos años «hasta donde legalmente» se puede, matizó Lambán. También la CHE ha realizado actuaciones en el cauce, ha reforzado motas y ha creado diques en puntos vulnerables.
Sin ir más lejos, en Novillas se reforzó la mota tras la avenida extraordinaria de 2015 y resistió en la de 2018, o en Pradilla y Boquiñeni, donde además se actuó para crear nuevos ojos en el puente que, este año sí, están libres de maleza y restos. Un punto que, por cierto, ayer tuvo que ser cortado al tráfico porque el agua había rebasado parte de la carretera. También fue necesario cerrar el acceso a Gallur por la carretera A127.
A pocos kilómetros, la UME también ha desarrollado tareas de refuerzo en las motas de Cabañas y Alcalá, donde el colector de agua resultó afectado y ayer se seguía trabajando para evitar la entrada de más agua.
A su paso, el Ebro se está llevando por delante cientos de hectáreas de campos de cultivo. En novillas unas 1.000. Lambán, que precisó que ahora es momento de salvar los cascos urbanos, aseguró que «los agricultores y ganaderos tendrán de su lado al Gobierno de Aragón y al de España».
Respecto a las explotaciones agrarias, en Novillas se tuvo que dar la orden de desalojar una granja de corderos ante la negativa de su dueño que, asegura, la instalación está a salvo de la crecida. Aun así, se han desalojado alrededor de 1.000, de los más de 1.600 que había. Mientras, en Remolinos preocupa otra granja que será evacuada ante el riesgo de inundación.
