Serán finalmente 336 alojamientos para jóvenes por 335 euros al mes. El proyecto Residencial Pirineos, impulsado por el Gobierno de Aragón, ha sido presentado este lunes frente a lo que ahora es el solar en el que se construirá un edificio con un modelo de residencia poco utilizado en España, pero bastante común en los países nórdicos y del norte de Europa. Es el llamado co-housing o co-living, en el que cada usuario tiene una habitación propia y acceso a otros espacios comunes, como las cocinas, el salón y espacios de oficina y trabajo.
El proyecto básico será entregado en las próximas semanas, antes de que finalice el año, y sus promotores esperan que las obras puedan comenzar entre mediados y finales de 2022, en función de cuando llegue la licencia urbanística. Con un plazo de ejecución de las obras de 14 a 15 meses, los primeros inquilinos podrían acceder a la nueva infraestructura entre septiembre y octubre de 2023 (en las previsiones más optimistas) o febrero y marzo de 2024.
El objetivo de la instalación, ha explicado el consejero de Vertebración y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, será dar solución a "uno de los mayores problemas colectivos que tenemos como sociedad, la dificultad de acceso a la vivienda". "Un problema que no solo afecta a las familias más vulnerables, sino también a personas que no estando en situación de vulnerabilidad, tienen problemas para acceder a una vivienda e independizarse", ha señalado. Además, el fin es también "revitalizar el barrio", ya que habrá partes del edificio que podrán destinarse a usos comunes, como el espacio de coworking de 500 metros cuadrados.
Por el tipo de concesión utilizada en este proyecto, una concesión demanial de forma gratuita a las concesionarias, por un total de 75 años, las empresas llevan a cabo la redacción del proyecto, la ejecución de las obras y se encargan de la gestión. Con la gestión de esta residencia, se crearán 10 puestos de trabajo directos para personas en situación de vulnerabilidad social, que se suman a las 600 personas que están trabajando en las empresas sociales de la Fundación Rey Ardid. Pasados los 75 años, el Gobierno de Aragón recuperará el suelo y el edificio.
¿Cómo serán las habitaciones?
El nuevo edificio tendrá 10.000 metros cuadrados sobre rasante y 2.500 metros cuadrados bajo rasante (sótano). Cada alojamiento individual tendrá 18,5 metros cuadrados, donde se ubicará el dormitorio con baño privado, zona de cocina, y equipamiento completo con televisión y acceso a internet. A este espacio se sumarán las zonas comunes de salón, comedor, espacios de trabajo y de estudio, con lo que el espacio medio que corresponde a cada inquilino será de 37,5 metros cuadrados.
El único requisito para acceder a estas viviendas, han señalado, es "ser joven". Las viviendas se otorgarán, en principio, por orden de solicitud.
Bajo consumo energético y accesible
Otra de las características del edificio es que tendrá un consumo energético "casi nulo", con instalaciones de geotermia y fotovoltaica y pozos canadienses. Además, será una instalación "plenamente accesible", no solo para personas con movilidad reducida, sino que un 5% de las habitaciones estarán equipadas para personas con discapacidades auditivas o visuales.
