Avenida extraordinaria
Última actualización 15:39
Las principales afecciones de la avenida extraordinaria del Ebro se han dado en barrios rurales como Monzalbarba y Alfocea, mientras, aguas abajo de la capital aragonesa, El Burgo y Pina son ahora la principal preocupación. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anuncia en Aragón que el viernes los pueblos afectados serán declarados zona catastrófica
Con respecto a las carreteras que estos días se han visto afectadas por la crecida, se ha reabierto al tráfico el tramo de la CP-03 que une a las localidades de Pradilla y Boquiñeni, mientras que continúan cortadas la A-1107 en Pina de Ebro, la CP2 entre la A-126 y Novillas y la A-127a en el acceso a Gallur desde la A-127.
En la reunión se ha dado a conocer que el nivel del agua había comenzado a bajar en los patios del CEIP Jerónimo Zurita de Zaragoza, cerrado por las afecciones causadas por la crecida en sus instalaciones, y por lo que la actividad lectiva se está desarrollando a distancia.
Los alcaldes de los municipios de la Ribera Baja del Ebro afectados por el paso de la crecida extraordinaria del río respiran aliviados este miércoles tras el paso de la misma y después de haber comprobado que no ha comprometido la seguridad de los cascos urbanos.
Una situación que también ha comprobado el presidente de Aragón, Javier Lambán, en la visita que ha girado, junto a la delegada del Gobierno, Rosa Serrano, y el presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, a los municipios de El Burgo, Quinto y Villafranca de Ebro, además de al Puesto de Mando Avanzado instalado en Pina de Ebro.
Según informa el Gobierno de Aragón, en El Burgo se ha defendido el casco urbano con un cordón de refuerzo con gravas ante la duda de que la mota resistiera la presión. Ha sido la primera vez que se ha corrido este riesgo, dado que está pendiente el refuerzo de la mota actual.
Según ha explicado el alcalde, Vicente Royo, la huerta siempre se anega y son alrededor de 300 o 400 hectáreas de cereales y alface las que se ven afectadas. Tampoco en Villafranca de Ebro, donde ha concluido la visita de Lambán, ha tenido afección la crecida en el casco urbano.
En Quinto de Ebro también son los cultivos los más anegados, unas 1.000 hectáreas en total, según el alcalde, Jesús Morales. El Ebro ha alcanzado los cinco metros a mediodía y no se esperaba sobrepasar los 5,2, por debajo de los 5,5 de la avenida de 2018 y los 5,85 de 2015.
La Confederación Hidrográfica del Ebro informa que desde la pasada semana los embalses de Mequinenza (Aragón), Ribarroja y Flix (Cataluña) realizan un desembalses preventivo para generar un volumen libre que pueda absorber los caudales máximos de la crecida.
En el río circular en torno a 1.500 metros cúbicos por segundo, pero a partir de mañana baja el desembalse. La maniobra evita que aguas abajo de los embalses del Bajo Ebro trasladen caudales de crecida extraordinaria que circulan de forma natural desde aguas arriba. La CHE está en plena coordinación con el titular de las infraestructuras, en este caso, Endesa.
La alcaldesa de Pina, Mercedes Abós, por su parte, ha incidido en que "lo peor ha pasado ya", después de que la punta haya llegado y se haya "salvaguardado el núcleo urbano", porque sí hay campos con muchas hectáreas anegadas.
No se han tenido que romper las motas porque se acordó ayer con la CHE y Protección Civil que se romperían en caso de que se llegara a nivel rojo y no ha sido necesario.
"Ha habido tranquilidad y estaba todo muy controlado" porque además los agricultores, con los que se reunieron ya el fin de semana, empezaron a subir el lunes una mota que había quedado baja en la última riada. La UME, aunque ha pasado la punta de la crecida, seguirá en Pina bombeando y sacando agua de las zonas anegadas.
El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha destacado este miércoles en la localidad zaragozana de Pina de Ebro que el aprendizaje que deja esta crecida, de la que "afortunadamente no se han cumplido los peores presagios", es que las limpiezas de gravas y vegetación realizadas en los tres últimos años "han surtido efecto", por lo que ha animado a que se sigan llevando a cabo.
La punta de la crecida ha empezado a llegar a Pina entre las 11.00 y las 11.30 horas con un caudal de unos 2.000 metros cúbicos por segundo, menos que en la de 2015, sin que haya llegado al casco urbano. Allí, Lambán ha considerado que se puede "empezar a respirar con cierto alivio" después de que todo haya transcurrido de forma "más o menos satisfactoria desde el punto de la vista de la respuesta dada".
Aunque no hay que bajar la guardia, ha añadido, dado que el Ebro "puede deparar sorpresas hasta el último momento", por lo que todos los operativos seguirán "activos y pendientes" hasta el último momento, si bien cuando la punta de la crecida llega a Pinar "y no hay afecciones por la entrada del agua en la población se empieza a respirar aliviados", ha incidido.
Además, las afecciones en cultivos de la zona de la Ribera Baja que ha visitado han sido "menores de lo esperado" y la llegada de la crecida ayer a Zaragoza, donde finalmente el río pasó con 2.100 metros cúbicos, menos que en otras avenidas, provocó también afecciones "francamente menores".
El presidente ha vuelto a valorar el funcionamiento de los dispositivos de emergencia, con una coordinación "perfecta" y que han trabajado de forma "excepcional", tanto la Unidad Militar de Emergencias (UME), como los bomberos de la Diputación Provincial y la Guardia Civil, de forma "muy sincronizada", y a la que se ha sumado la labor "impagable" de los ayuntamientos.
El caudal máximo de la crecida del Ebro ya ha alcanzado Pina de Ebro, aguas abajo de Zaragoza, donde llegó ayer con 1.118 metros cúbicos por segundo, esta tarde llegará a la estación de aforos de Gelsa y mañana al pantano de Mequinenza, que cuenta con suficiente aforo de almacenaje tras el desembalse continuo desde hace una semana de 1.500 m3/s.
Mientras la crecida extraordinaria del Ebro ha superado en Tudela la magnitud de la riada de 2015, la última gran avenida registrada en el eje del cauce, con 2.700 m³/s frente a los 2.580 m³/s de hace seis años, aguas abajo el caudal se ha atenuado y ha rondado el medio metro por debajo.
En este sentido, la jefa de Hidrología de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), María Luisa Moreno, ha reiterado la efectividad que han tenido las obras realizadas en el cauce en Pradilla, donde los caudales máximos fueron 50 centímetros inferiores a los de 2015, igual que ha ocurrido en Zaragoza.
Para mitigar las afecciones de esta crecida, fruto de moderadas y persistentes precipitaciones registradas en la cuenca desde la cabecera hasta los Pirineos, la CHE ha llevado a cabo intervenciones en Novillas, Boquiñeni y El Burgo de Ebro, términos donde se han reforzados motas y realizado cordones.
También se han asesorado las actuaciones que se han llevado a cabo desde el Centro Operativo de Mando en Remolinos y Pina de Ebro, y se ha estado en permanente seguimiento y observación in situ de la evolución de la crecida en prevención de posible inundación de núcleos urbanos.
El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha alertado de que con menos caudal que en la riada de 2015, la crecida extraordinaria del Ebro ha causado las mismas afecciones por lo que ha propuesto abrir un proceso de reflexión.
En 2015, la avenida extraordinaria del Ebro tuvo un caudal cercano a los 2.500 metros cúbicos por segundo y 6,10 metros de altura y este martes el pico de la crecida del río a su paso por Zaragoza ha sido de 2.112 metros cúbicos y 5,5 metros de altura.
"Se ha trabajado con mas antelación que en el pasado y se ha evitado que vuelvan determinados daños, pero las afecciones son iguales que en la anterior riada". Al respecto, Azcón ha incidido en que con menos agua "prácticamente se producen los mismos daños que ahora y hay que hacer un reflexión de lo que puede pasar en el futuro y qué se debe hacer con la limpieza del río porque es mucha diferencia de volumen de agua y con menos aportes se generan las mismas afecciones como en la riada de 2015".
El río está de bajada y se sigue la evolución para atender las necesidades de las zonas más afectadas, ha indicado el alcalde en su visita al barrio rural de Juslibol para comprobar las afecciones provocadas por esta riada, que a las 12.00 horas de este miércoles tenía un caudal de 1.886 metros cúbicos y una altura de 5,01 metros.
En declaraciones a los medios de comunicación, el alcalde ha explicado que el trabajo se centra en evaluar los daños y ha reiterado el mensaje de "mantener la precaución porque hay riesgos y la crecida, aunque ha bajado, no ha desaparecido".
Entre los datos que ha aportado, ha dicho que hay más de 200 efectivos y solo los bomberos han realizado más de 500 servicios durante estos días, en los que se han tenido que desalojar a 200 personas y más de 500 animales.
A partir de ahora, se trabajará en unos 20 edificios donde los aparcamientos subterráneos se han anegado, pero habrá que esperar a que baje el nivel freático.
Al respecto, el jefe del servicio de Bomberos y Protección Civil de Zaragoza, Eduardo Sánchez, ha explicado que cuando se inunda un garaje por subida del nivel freático y no por entrada directa desde el río es por filtración, que provoca que tanto dentro, como fuera del edificio haya el mismo nivel de agua.
Si se achica en el garaje se hace una piscina invertida y los empujes por la presión del agua pueden afectar a la estabilidad del edificio, por lo que hay esperar a que baje el freático y entonces se achicará conforme vaya descendiendo el nivel del agua.
A colación, el alcalde ha subrayado que el Ayuntamiento, por "primera vez, ha habilitado zonas como aparcamientos alternativos, mientras se prolonga la inundación". Tras confiar en poder sacar este agua con bombas de achique lo antes posible, ha reiterado que "se ha dado una solución que ante no tenían los vecinos".
A partir de ahora, los bomberos, que tienen muy identificados los sitos donde trabajar, y ya tienen planificado donde van a actuar, algo que revela que ahora "se ha hecho mejor que en riadas anteriores", ha abundado Azcón.
Las zonas más afectadas han sido los barrios rurales de Movera y Alfocea, donde se ha tenido que desalojar a familias porque el agua hacía implaticable sus viviendas. "Desde el sábado pasado, se ha avisado a las familias que tendrían que desalojar sus viviendas y se les ha ofrecido alojamientos alternativos", ha apostillado el alcalde.
Azcón ha esgrimido: "Una cosa es que Pedro Sánchez no venga a visitarnos a Zaragoza y otra que no nos incluya en la declaración de zona catastrófica. No quiero ni pensarlo".
De esta forma ha respondido el alcalde a si tenía constancia de que la capital aragonesa se incluirá en esa declaración de zona catastrófica que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este martes que se aprobaría por el Consejo de Ministros este viernes para todas las zonas de la cuenca del Ebro afectadas por esta crecida extraordinaria.
"Espero que los zaragozanos no se queden fuera de las posibles indemnizaciones que se puedan recibir", ha agregado durante su visita a Juslibol, donde se han tenido que desalojar granjas y viviendas afectadas, "como en otros términos municipales". "No quiero ni pensarlo. Sería incomprensible que Zaragoza no estuviera como otros municipios ribereños", ha incidido.
Finalmente, ha eludido hacer declaraciones sobre el congreso regional del PP-Aragón al que se presenta, con una única candidatura, a presidir el Partido Popular en la comunidad autónoma. "A la gente le preocupa lo que está pasando con el río y el fin de semana tendremos la oportunidad de renovar los equipos y órganos del PP, pero ahora, lo importante, lo que toca es seguir resolviendo problemas de los zaragozanos con la riada", ha zanjado.
El Gobierno de España llevará a cabo actuaciones de limpieza del cauce del Ebro, enmarcado en el proyecto Ebro Resilience comprometido desde el pasado junio con 13 millones de euros, en la localidad zaragoza de El Burgo, según ha anunciado este miércoles la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano.
Lo ha hecho en declaraciones a los medios en Pina de Ebro, localidad de la Ribera Baja que ha visitado junto al presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, y en la que también han recorrido El Burgo de Ebro, Quinto y Villafranca.
La delegada, que ha recordado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ratificó ayer en Pradilla de Ebro que el próximo viernes el Consejo de Ministros declarará las áreas afectadas por la crecida como zona catastrófica y será después el momento de mantener reuniones con los pueblos "para cuantificar las afecciones y darles respuesta", ha recordado que los Presupuestos Generales del Estado incluyen, en el capítulo 6, una inversión específica para limpieza de cauces.
Y que en junio salieron 13 millones comprometidos para el proyecto Ebro Resilience, que marca las actuaciones a realizar en el mismo, que iniciará los trabajos en el Burgo de Ebro, de los que el 55 % proceden de fondos europeos, un 10 % de las comunidades de Aragón, La Rioja y Navarra, y el resto del Estado.
Los trabajos, adaptados a la normativa vigente, consistirán en la limpieza del cauce y su ampliación y drenaje de manera "más natural".
Con respecto a la crecida, cuya punta ha llegado a Pina en torno a las 11 de esta mañana, ha señalado que se está "en la meseta de alcanzar la tranquilidad de que los cascos urbanos se han protegido y no existe riesgo", al tiempo que ha apuntado que ahora hay que reforzar las motas para que los daños en agricultura sean menores.
Serrano ha valorado la labor de los alcaldes y concejales y de los municipios afectados que "han aguantado la presión" y destacado, en este sentido, el trabajo del Gobierno de Aragón, Protección Civil, la UME y el Gobierno, un "éxito de todos" que tiene que "servir de ejemplo".
Lambán asegura que la comarca ya respira con cierto alivio, aunque no bajan la guardia hasta que el agua "deje Aragón". "Parece que estamos dejando atrás el último lugar de riesgo", ha afirmado el presidente de la comunidad y añade que "prácticamente están descartadas las inundaciones de cauces urbanos".
Las reservas de nieve y de las aportaciones en las subcuencas nivales de las vertientes cantábrica y pirenaica de las cuencas de los ríos Ebro y Garona son de 1.396,3 Hm³, por encima de los registrados hace un año y también del promedio de los cinco últimos años.
Del total, 1.261,0 corresponden a la cuenca del Ebro y los restantes a la del Garona hasta la frontera con Francia.
Según una nota informativa de la Confederación Hidrográfica del Ebro, el promedio de las reservas de nieve de la última semana, a fecha 13 de diciembre, han subido 566,6 Hm³. Además, ocho de los diecisiete puntos de control registran la máxima reserva en cinco años, en siete es muy alta, y solo en uno es normal y en otro baja.
El Gobierno de Aragón ha calculado que unas 12.000 hectáreas de cultivo se han visto afectadas hasta ahora en la provincia de Zaragoza por la crecida del río Ebro, ha afirmado este miércoles en rueda de prensa la consejera de Presidencia, Mayte Pérez.
Ha manifestado que el Gobierno de España "ha imprimido bastante ritmo dentro de la dificultad" para incoar los expedientes de indemnización a los perjudicados por la riada y que el Gobierno de Aragón quiere que lleguen "lo antes posible".
La consejera ha informado de que el Consejo de Gobierno ha tomado un acuerdo formal para solicitar al Ejecutivo central que declare el área afectada zona catastrófica para "facilitar la reparación de los daños causados lo antes posible". Ha recordado que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ya se ha comprometido en este sentido y que el Consejo de Ministros aprobará la declaración este viernes.
Mayte Pérez ha señalado que habrá que esperar a que finalice esta fase de emergencia para realizar un balance de daños más "objetivo, meticuloso y concienzudo", dejando claro que "las afecciones van a ser de magnitud" y paliarlas "requerirá un esfuerzo".
La consejera ha agradecido la actuación llevada a cabo por todas las Administraciones, destacando las Fuerzas de Seguridad y la Unidad Militar de Emergencias (UME), así como la DPZ y el Servicio de Protección Civil del Gobierno de Aragón y SARGA, poniendo de relieve la "entrega generosa" por su parte.
Mayte Pérez ha aprovechado para realzar "la magnífica labor que hacen los embalses para laminar el agua", también la limpieza de los ríos implementada por la CHE y el Gobierno de Aragón en aplicación del Plan Integral del Ebro de 2018, actuando en Sobradiel, Pina y Alcalá de Ebro. En Pradilla se actuó en 22 hectáreas de soto.
Ha comentado que el Departamento de Agricultura ha convocado este año, por primera vez, una Orden para llevar a cabo limpiezas selectivas y que el Ejecutivo está impulsando la Estrategia Ebro Resilience entre Pradilla y Fuentes de Ebro. Además, se van a poner en marcha "zonas de amortiguación" entre Osera y Fuentes con un presupuesto de un millón y medio de euros.
Ha recordado que en la riada de 2015 fueron evacuadas 1.500 personas y en esta ocasión, de manera preventiva, se han desalojado solo 23 viviendas en Novillas durante menos de 24 horas. Pérez ha elogiado el "comportamiento responsable" de la mayoría de los agricultores y ganaderos, por que se han desalojado las explotaciones cuando la DGA lo ha recomendado y los campos de cultivo han laminado el agua.
La crecida extraordinaria del Ebro a su paso por Zaragoza ha obligado a desalojar a unas 200 personas de viviendas ubicadas principalmente en los barrios rurales, además de 300 cabezas de ganado y 250 perros de centros caninos situados en zonas inundadas por el agua. Además, el desbordamiento del río ha afectado también a la huerta zaragozana y ha anegado en total 3.000 hectáreas de cultivo.
Agentes de la Policía Local de Zaragoza del sector centro han puesto a salvo a dos perros aislados y en peligro de ser arrastrados por la riada del Ebro que todavía sigue muy alto en la capital aragonesa. Las autoridades vuelven a pedir precaución a la ciudadanía para que se abstenga de estar cerca de las zonas de peligro, especialmente las señalizadas.
