El consejo de administración de Ibercaja acordó ayer, por unanimidad, el nombramiento como presidente no ejecutivo de Francisco Serrano Gill de Albornoz, en sustitución de José Luis Aguirre Loaso, quien comunicó en el pasado su intención de renunciar al cargo al cumplir 75 años, una vez fuesen formuladas las cuentas de 2021, lo que se prevé que suceda a finales de febrero de 2022. 

Su designación ha sido a propuesta de la comisión de nombramientos, a la que encargó el proceso de sucesión en aplicación de las recomendaciones de buen gobierno y mejores prácticas sectoriales. Dicha comisión contó, para ello, con el asesoramiento externo de la firma de selección Spencer Stuart.

Francisco Serrano Gill de Albornoz es actualmente secretario general, director de control de riesgos y director general adjunto de la entidad. La propuesta está condicionada a la obtención de la valoración positiva de la idoneidad por parte del Banco Central Europeo (BCE) y, posteriormente, de su designación como consejero por parte de la junta general de accionistas del banco aragonés.

Consolidación

Ibercaja ha informado que, mientras culmina este proceso, seguirá al frente de la presidencia no ejecutiva del banco José Luis Aguirre Loaso, que «ha contribuido notablemente con su gestión al frente del consejo de administración a la consolidación de Ibercaja como uno de los principales grupos financieros del país», según destaca la entidad en una nota de prensa. En el caso de que se cumplan las condiciones indicadas, Serrano cesará en el ejercicio de sus actuales funciones ejecutivas para poder asumir la presidencia no ejecutiva de la entidad financiera.

Según Ibercaja, el consejo de administración del banco ha tomado la decisión teniendo en cuenta la «sólida formación jurídica, dilatada experiencia en puestos de alta dirección y profundo conocimiento de la gestión y control de los riesgos bancarios y de la cultura de Ibercaja que atesora Francisco Serrano». Esto permitirá, en su opinión, «continuar con el sólido y exitoso» modelo de gobernanza de Ibercaja, basado en «una clara y armoniosa diferenciación de funciones» entre la presidencia no ejecutiva y el consejero delegado, que sigue siendo el máximo ejecutivo de la entidad, encargado de liderar la estrategia y gestión del grupo bancario, cargo que seguirá ostentando Víctor Iglesias Ruiz».

El banco ha obtenido 146 millones de euros de beneficio neto hasta septiembre, un 100,6% más que el mismo periodo del año anterior, en un contexto de recuperación económica tras la pandemia, condicionado ahora por la incertidumbre que ha provocado la crisis energética, la carencia de suministros industriales y unos persistentes niveles mínimos de tipos de interés.