Aragón despedirá el otoño en una situación estable, anticiclónica, sin lluvias y con nieblas que se van a prolongar hasta principios de la próxima semana, para dar paso a la estación invernal con una nueva borrasca de componente sur que dejará de nuevo precipitaciones y nevadas en los Pirineos y Sistema Ibérico, pero sin bajas temperaturas.

Es el anticipo del invierno que ha ofrecido este viernes el delegado territorial de la Aemet, Rafael Requena, en una rueda de prensa telemática en la que ha presentado además el balance del otoño, una estación que ha concluido con una temprana crecida extraordinaria del Ebro por las inusuales precipitaciones que se han registrado en el cantábrico oriental, mitad norte de Navarra, País Vasco y Pirineos.

Según Requena, "lo más significativo del tramo final del otoño" han sido estas precipitaciones, que han dejado cantidades de más de 600 litros por metro cuadrado y de hasta 800 en algunas estaciones del norte, en apenas 10-12 días, lo que ha calificado de "inusual y sin precedentes" y después de una segunda quincena de noviembre también "bastante húmeda" que ha dejado el suelo saturado de humedad.

Son aspectos que, según el delegado territorial de la Aemet, han contribuido a incrementar las afecciones de la crecida extraordinaria del Ebro, sobre todo en Navarra, porque el suelo ya no tenía capacidad de absorción, junto con los desbordamientos "sin precedentes" de los ríos Arga, Ega y Aragón.

Tampoco descarta que las afecciones en la capital aragonesa, según el alcalde, Jorge Azcón, mayores que en la riada de 2015 pese a llevar un caudal menor, también puedan deberse a la anomalía positiva de precipitaciones que acumulaba la zona centro de la Comunidad, con lluvias de más del doble de lo normal.

"Con todo el invierno por delante ya veremos si puede haber otro repunte del Ebro como en 2015" cuando se produjeron dos crecidas extraordinarias, aunque ha asegurado que no será antes de fin de año.

Otoño más frío

El invierno entrará a las 16.59 horas del próximo día 21, y deja atrás un otoño que en términos generales de precipitación acumulada, entre el 1 de septiembre y el 30 de noviembre, fue normal en el conjunto de la Comunidad, con oscilaciones que van de un 60 % menos registrado en Mosqueruela o el 128 % más de Aguarón.

En cuanto a temperaturas, el pasado trimestre fue 0,2 grados de media más frío que en el periodo de referencia 1981-2010, con una distribución con un rango de valores entre los 0,9 grados menos de Daroca y Sabiñánigo y los 0,8 positivos de Seira.

Por capitales de provincia, el otoño en Zaragoza-Aeropuerto fue muy húmedo, un 51 % más que la media de referencia, y normal respecto a la temperatura; en Huesca seco, con 14,4 litros por metro cuadrado menos y normal en temperaturas; y en Teruel también seco, con 21 % menos de lluvia, y cálido, con 0,6 grados por encima del periodo de referencia.

Al final del otoño ha destacado el "bajón" de las temperaturas máximas y mínimas en Zaragoza y Huesca a consecuencia de la aparición de las nieblas, mientras que en Teruel las máximas han llegado hasta los 18 grados y las mínimas han sido de 7 y hasta 10 grados bajo cero.

De acuerdo con las previsiones de que se disponen, la probabilidad del trimestre de diciembre, enero y febrero es que la vertiente mediterránea podría tener una anomalía positiva en cuanto a temperaturas mientras que el resto de España no presenta una tendencia significativa y es un 40 % más probable que esté por debajo en precipitaciones.

En enero, febrero y marzo, "con la información disponible" no hay clara señal para la temperatura media, aunque la probabilidad de que se encuentre en el tercil cálido cuando más al noroeste y en lluvias tampoco hay una señal clara en la mayor parte de España, aunque es más probable que sea húmedo cuanto más al este y en Baleares y seco el tercil noroeste