El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha anunciado este martes en Barbastro que el próximo mes se reunirá en Barcelona con su homólogo catalán, Pere Aragonès. La reunión se enmarca en el contexto de la organización conjunta de la candidatura de los Juegos de Invierno de 2030, pero tiene mucho más valor simbólico porque pone fin a una ruptura de relaciones institucionales de cinco años en los que los contactos han sido prácticamente inexistentes.

La cita, para la que no hay fijado en un día concreto aunque sí será durante el mes de enero, será la segunda que mantengan dos presidentes de Aragón y Cataluña en once años. La última vez que se produjo un encuentro de este tipo fue en febrero de 2016, cuando Lambán visitó a Carles Puigdemont en el Palau de la Generalitat por espacio de una hora y media. Aunque ambos intentaron limar asperezas por los conflictos que mantenían sobre el patrimonio, el modelo de Estado y las diferencias de criterio sobre el Plan Hidrológico Nacional, desde entonces no solo se enfriaron las relaciones, sino que se tensaron con declaraciones cruzadas y una áspera oposición de Lambán a la política independentista del Gobierno catalán, que llegó al máximo exponente durante la presidencia de Quim Torra.

«Estamos en comunicación permanente con Aragonés, al que veré en Barcelona el próximo mes para conversar sobre la candidatura conjunta a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030. Espero que esta reunión suponga una mejora en las relaciones institucionales y sirva para resolver fuera de los tribunales otros procesos contenciosos que tenemos en común, como los bienes religiosos de Sijena», ha afirmado Lambán tras la apertura del Museo Diocesano de Barbastro con la exhibición de las obras de arte sacro de las parroquias alto aragonesas que pertenecieron hasta 1995 a la diócesis de Lérida y que estuvieron en el museo de la capital catalana hasta febrero de este año.

La reunión del próximo mes servirá para acercar posturas sobre la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, cuya candidatura pirenaica se pretende organizar entre Aragón y Cataluña y que comenzó con varias discrepancias sobre cómo se debían denominar. Tras exigir Lambán que sea una candidatura conjunta en la que ambas comunidades tengan el mismo protagonismo, en los últimos meses se han producido diversos contactos telefónicos y el propio Lambán ha suavizado su discurso sobre la acción política del Gobierno catalán.

Cumbre empresarial

El mes pasado se organizó en Zaragoza una cumbre empresarial con representantes de las comunidades autónomas que pertenecieron a la Corona de Aragón, en un acto que tuvo mucho valor simbólico y en el que también participaron autoridades catalanas. Los numerosos proyectos compartidos entre ambas comunidades han propiciado que las posturas se hayan acercado en los últimos meses después de años de diferencias insalvables que han impedido el paso que ahora se va a dar con esta reunión al máximo nivel.

En ese encuentro se abordarán otros aspectos incluso más trascendentes que la candidatura olímpica, ya que las operaciones comerciales entre ambas comunidades suponen más del 20% del total de los intercambios que cada una de ellas tienen con el resto de comunidades autónomas. Por tanto, esta primera reunión protocolaria solo sea para romper el hielo y normalizar la relación política entre dos comunidades que además comparten numerosos proyectos agroalimentarios o de logística, así como muchos convenios en materia de protección civil, sanidad o medioambiente.