La factura energética se ha convertido en un quebradero de cabeza para los españoles, ya no solo por su precio y complejidad sino también por los esfuerzos que se deben hacer para conseguir rebajar su elevado coste. Los aragoneses fueron, junto a los hogares madrileños y navarros, los que más pagaron en sus facturas de luz y gas al destinar más de 1.180 euros en estos recibos. Una cifra que al cierre de este año será con total seguridad mucho más abultada.

En concreto, los hogares aragoneses tuvieron que destinar de media 800,92 euros a la electricidad y 382,73 euros al consumo de gas en 2020, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidos por SwitchHero.

No obstante, existen diferencias significativas entre unas comunidades y otras como consecuencia del clima, los diferentes tipos de calefacciones en cada territorio y las horas de consumo de los aparatos de aire acondicionado.

De esta forma, el gasto de los hogares aragoneses en la factura energética se situó más de 100 euros por encima de la media española (1.057,22 euros), mientras que los canarios y gallegos fueron los españoles que menos pagaron en sus recibos (636,11 euros y 912,16 euros de media, respectivamente).

Sin embargo, más allá de hacer peripecias para desplazar el consumo energético de las horas punta y horas valle hasta las horas llana para reducir el coste de estos recibos, empiezan a surgir alternativas más eficientes cuyo objetivo pasa por simplificar a los ciudadanos cualquier trámite en torno a la factura energética, además de ahorrarles quebraderos de cabeza y algún que otro euro.