Ya sea por pura pereza o por el miedo a que las restricciones derivadas de la pandemia impidan celebrar la Nochevieja en un restaurante, cada vez más aragoneses optan por comprar menús preparados en establecimientos especializados en comida para llevar. En este 2021, afirman varias empresas del sector, el incremento de la demanda está siendo notable y si no crece exponencialmente en algunos casos, el aumento de los pedidos sí que es lineal en los últimos años.

«El lunes 27 era el último día en el que aceptábamos pedidos para Nochevieja y la web se colapsó. Fue una locura. Hay mucha gente que se ha quedado fuera porque sino a nosotros no nos da para todo», explican desde la empresa José Fernández, que tiene tres tiendas en Zaragoza. Para la noche de este viernes tienen unos 600 menús reservados y cerrados además de platos sueltos que también les han encargado.

«El viernes abriremos de 9 de la mañana a 7 de la tarde y seguiremos vendiendo a los que no hayan podido reservar. Pero claro, ya hacemos cantidades más justas», explican desde esta empresa. «Para Nochevieja la gente espera a última hora y más en estas condiciones, que todo el mundo está pendiente de si va a poder ir a los restaurantes o de si hay algún positivo en la familia», cuentan.

Tendencia al alza

Para Nochebuena, sin embargo, la gente planificó más y los primeros pedidos llegaron ya tras el puente de la Constitución. Una vez cierran todos los encargos, hacen una lista con todas las raciones que han de preparar. Y eso lo saben apenas tres días antes de entregar las cenas. «El 30 ya tenemos que estar empaquetando todo», detalla desde José Fernández. «La empresa tiene mucha experiencia y es verdad que, sobre todo en Nochevieja y Navidad, la gente se ha acostumbrado, cada vez más, a pedir para llevar. En 2019 nos fue muy bien, en 2020 bajó un poco y este año ha aumentado otra vez», comentan.

Confirman la tendencia en El Mortero Alegre, que tiene dos tiendas abiertas al público en la capital aragonesa. Al otro lado del teléfono, mientras se escucha de fondo un trasiego incesante de clientes, Miguel asegura que el de la comida para llevar «es un sector en auge que crece cada año, afortunadamente». «La Navidad está yendo bien, muy similar a años anteriores, aunque se nota un poco más de gente por los cierres en la hostelería. La gente no se quiere complicar la vida», añade.

Miguel Alegre lleva en el negocio desde 2003 y para estos días, para Navidad y Nochevieja, ofrecen un menú cerrado. «Para estas fechas comenzamos con los preparativos ya en la segunda quincena de noviembre, pero al final es el penúltimo y el último día cuando tienes que acabar casi todo», explica.

El horno, encendido desde la madrugada

Otro establecimiento de comida para llevar, este en el barrio de Valdespartera, es Suculento. «En días festivos siempre se nota bastante que aumenta la demanda», dice el propietario del establecimiento, que lleva un año y medio al frente del negocio. «En principio el crecimiento ha sido bastante lineal y casi siempre viene la misma gente», cuenta, si bien, para esta Nochevieja ya tienen cerca de 100 pedidos encargados. «Mañana (por este viernes) es el día D. Es cuando empezamos a preparar todo, además del mismo día 31. Los horneados empiezan ya de madrugada», explica.

Así con todo, parece que los aragoneses, cada vez más, prefieren ahorrar tiempo para los menús importantes. La Navidad es tiempo de felicidad, pero con la pandemia de por medio, lo que prima es la facilidad. Ya bastante complicado es todo lo demás.