Chunta Aragonesista reclama a la titular de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, una «mayor planificación» de las energías renovables en España después de que la ministra reconociera en una entrevista en La Vanguardia que con el actual modelo, Aragón producirá más energía de la que necesita, y que Cataluña puede ser «dependiente» energéticamente de la comunidad autónoma al no impulsar ningún proyecto de energía verde en su territorio y que llegó a hablar de «obstáculos» del Govern a las renovables y a reclamarles que no se descuelguen de la transición energética para no terminar dependiendo de otras comunidades, como la aragonesa.

La propia Generalitat ya respondió a la ministra afirmando que no quiere depender en el futuro de la energía renovable de Aragón y subrayaron que han iniciado los primeros pasos para crear su propio modelo «que no apostará por traer energía de Aragón». «Hemos acelerado la transición energética en Cataluña en base a un modelo participativo, distribuido, democrático y con cohesión territorial». Así lo defendió Teresa Jordà, consejera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural.

Cabe recordar que el 68,3% de la generación de energía de Aragón en 2020 provino de recursos renovables, lo que supone un aumento del 48,6% respecto al año anterior. Además, hay proyectos sobre la mesa que plantean la producción energética en Aragón y su traslado a Cataluña mediante líneas de muy alta tensión.

Ante estas declaraciones de la ministra, dando por hecho el excedente energético de Aragón, desde CHA (miembro del Gobierno cuatripartito aragonés) reclaman un nuevo modelo.

«Hay que replantear la política energética y reivindicar un modelo diferente al planteado por el Gobierno de España, basado en subastas de megavatios sin el control y la planificación adecuados», señaló Joaquín Palacín, presidente de la formación aragonesista, que propone «priorizar la transición energética en las zonas urbanizadas y las comunidades energéticas comunitarias en pueblos y ciudades».

Palacín considera que «el libre mercado de la energía, neoliberal y especulador, manejado por los de siempre, ha demostrado que le importa bien poco el territorio y las afecciones que puede ocasionar».