El presidente de Aragón, Javier Lambán, promoverá un gran pacto por la sostenibilidad para reducir las emisiones difusas hasta un 40% en los próximos años. Tal y como anunció durante el Debate sobre el estado de la comunidad el pasado mes de octubre, se superaría así el 26% inicialmente previsto hasta 2030, lo que, a juicio del jefe del Ejecutivo, requerirá un gran esfuerzo de la Administración. Así lo ha avanzado este lunes, al tiempo que se ha mantenido firme en su defensa del sector cárnico aragonés y, en general, del sector primario, negando que en Aragón, "salvo contadísimas excepciones que vienen de tiempos pasados", existan macrogranjas que pongan en entredicho el trato animal, la calidad de los productos cárnicos ni la afección medioambiental, gracias a la exigente normativa aragonesa, que ha sido pionera, además, en el tratamiento de purines.

Por ello, el presidente se ha propuesto que sea precisamente el sector primario el que primero alcance los objetivos de sostenibilidad, por delante de otros sectores de la economía aragonesa. Además, ha vuelto a referirse a las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre las macrogranjas, y ha ironizado con que para «algunos» este concepto reúne «treinta o cuarenta cabezas».

Precisamente, durante una visita a la planta industrial de elaborados cárnicos en La Mata de los Olmos, relanzada tras la fusión de Térvalis y Noel, Lambán ha defendido a ultranza el buen hacer y la calidad del sector primario y la agroindustria, y ha destacado el grado de compromiso de sus profesionales, de cuya mano quiere ir acompañado para avanzar en proyectos innovadores y pioneros que, como Térvalis, ya promueven algunos dirigidos al tratamiento de purines.

El presidente aragonés ha recordado, además, que en el Proyecto de Ley de Agricultura familiar, que actualmente se encuentra en las Cortes y podría entrar en vigor en 2022, se propone limitar la capacidad de las explotaciones para el resto de las especies, ya que actualmente no existe ningún límite.

Según informa el Ejecutivo, la normativa aragonesa sobre purines es la más exigente de España. Aragón ha declarado zonas saturadas en once municipios donde ya no es posible instalar nuevas granjas ni ampliar las existentes. También ha prohibido las granjas en los espacios naturales protegidos y sus áreas de influencia (anteriormente no había una legislación que lo impidiera).

El pasado 30 de julio se publicó la Orden del consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente por la que se modifica, al objeto de perfeccionarlo, el decreto de purines (Decreto 53/2019, de 26 de marzo) y con el propósito de garantizar el crecimiento sostenible del sector porcino y de la ganadería intensiva en general. El fin último es regular los criterios y el procedimiento administrativo para garantizar un uso eficiente de los purines como fertilizante, revistiendo especial relevancia el hecho de haberse establecido como norma general que para autorizar una nueva granja o la ampliación de una existente será necesario que el territorio inmediatamente próximo a la granja pueda asumir la producción del nitrógeno generado por la misma.

Con todo ello, y teniendo en cuenta la regulación también existente relativa a declaración de zonas saturadas, Aragón no solo es la comunidad autónoma más exigente en términos objetivos en relación con la gestión de purines, sino la que ha configurado un marco regulatorio más claramente orientado al uso fertilizante de los purines en el contexto de la economía circular.

El tamaño máximo de las granjas porcinas está regulado sin que pueda superarse un determinado límite en función de la orientación productiva. En Aragón no existen granjas que supuren las 864 UGM (unidad ganadera mayor), esto es: 7.200 cebo, 2.500 cerdas con destete, 3.300 sin destete.

En Aragón, ha recordado Lambán, se ha creado una FP dual (junto al clúster del porcino) orientada a proporcionar los profesionales especializados que requieren las granjas altamente tecnificadas y digitalizadas donde además es preciso atender a elevadas exigencias ambientales y de bienestar animal.

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La reducción de emisiones difusas será posible, ha planteado Lambán, gracias a la colaboración público-privada y "gracias a una empresa que es Térvalis", que "merced a un importante esfuerzo de investigación, ya dispone de un sistema para sustituir radicalmente los fertilizantes tradicionales por fórmulas inocuas" y, además, "dispone de la fórmula para erradicar los efectos nocivos de los purines". Además, ha afirmado que el clúster del porcino está "muy comprometido" con estas prioridades y que, de acuerdo con el Gobierno, ha puesto en marcha un ciclo de FP dual para mejorar la calidad profesional de los trabajadores del sector, mantener los estándares de bienestar animal y "ser un referente en sostenibilidad".

Por último, ha lamentado que la ganadería intensiva aragonesa "ha sido sometida, en los últimos días, a una especie de demonización", afirmando que, al contrario, "la ganadería aragonesa produce productos de altísima calidad, muy valorados en todos los mercados", y es "respetuosa" con el bienestar animal y la sostenibilidad. Ha felicitado a los profesionales del sector "por lo bien que hacen las cosas y por la disposición a seguir mejorando su buen hacer".