El impuesto de circulación en la ciudad de Teruel se ha reducido un 12% en los últimos tres años, por lo que su alcaldesa, Emma Buj, dio ayer por cumplido el compromiso que planteó al inicio de la legislatura cuando auguró una bajada de hasta el 11%.

«En un contexto de subidas generalizadas de precios que dependen del Gobierno de España, como la luz, el gas o el IPC, y en una comunidad autónoma como Aragón, que es de las que mayor presión fiscal ejerce, afortunadamente vivimos en una de las capitales de provincia con menor presión fiscal», dijo Buj.

Este impuesto, que se suma a la bonificación del impuesto de plusvalías y a familias numerosas, afecta prácticamente a todos los hogares turolenses, además de a empresas y autónomos, ya que en Teruel hay, algo más de 27.000 vehículos, según concretó Buj. La reducción se ha dado a razón del 3% en 2020, otro 3% en 2021 y un 6% en 2022.