Los alumnos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), que son unos 6.000 en Aragón, están molestos porque los exámenes, previstos para dentro de una semana y media, van a ser presenciales. «No es lo más adecuado en plena ola de contagios y debería mantenerse la fórmula de la plataforma online que tan bien funcionó el año pasado y que, además, ha sido pagada con dinero público», señalaba ayer a este diario Victoria Camarena, madre de una estudiante de la UNED y miembro de UGT.

El organismo, que en Aragón tiene sedes en Calatayud, Barbastro y Teruel, «no ha informado sobre los protocolos de medidas» que se van a llevar a cabo en las aulas en este regreso a la presencialidad de las pruebas. «Mi hija ha mandado mail y ha tratado de contactar, pero no hay respuesta. No tiene sentido juntar a tantas personas en una clase o en los pasillos, donde no hay distancias, durante las dos semanas de exámenes», dice Camarena.

La queja de los estudiantes de la UNED en Aragón responde a un malestar nacional, ya que en otros centros asociados los alumnos también se han mostrado en contra de la presencialidad, especialmente en las redes, dada la situación epidemiológica que asola a todo el país. De hecho, se ha abierto una petición de firmas en contra de la medida de la UNED en el portal de Change.org para intentar evitar su aplicación.

«La situación se ha tensionado más después de las palabras del nuevo ministro de Universidades», dice esta madre aragonesa. Se refiere a la declaración de Joan Subirats donde este da plena autonomía a la UNED para que decida cómo hacer las pruebas. Anteriormente, el rector de esta institución, Ricardo Miral, había asegurado que la decisión estaba vinculada al ministerio y a la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).

Sin embargo, Subirats dijo todo lo contrario y es la UNED quien puede decidir qué fórmula utilizan. «Creo que deberían escuchar a los alumnos y a los profesores, porque me consta que alguno ha mostrado su contrariedad a la idea y ha tenido represalias. Entre el ministerio y la UNED han estado echándose la pelota y es vergonzoso porque los exámenes llegan ya», señala.

Herramienta aragonesa

Casualmente, la herramienta telemática con la que la UNED examinó el curso pasado a todos sus alumnos se diseñó en la UNED de Barbastro. Se llama Aula Virtual de Exámenes (Avex) y fue «un éxito» para poder sobrellevar un curso muy marcado por la pandemia. Costó 198.810 euros. «A parte de que funcionó bien, es una medida que evita el contacto y que garantiza la seguridad sanitaria», añade Camarena.

La otra cuestión de la que no se sabe «nada» por parte de los estudiantes de la UNED, que ya han enviado una carta al rector Ricardo Mairal, para pedir que los exámenes no sean presenciales, está en los casos de los contagiados. «Nada se sabe de la directriz de la persona que esté infectada y no pueda desplazarse a Calatayud, Barbastro y Teruel. No se sabe si le correrá convocatoria o le dejarán una fecha alternativa. Eso unido al peligro que puede conllevar, porque si una persona ve que va a perder fecha igual opta por presentarse siendo positivo. Es un riesgo innecesario que no habría que correr», dice Camarena.

Desde la plataforma Afectados UNED advierten, además, que «el 30% de los alumnos supera los 50 años y el 80% trabajan, no existiendo en ningún momento grupos burbuja y estimándose un porcentual contagio de cada alumno a 8 personas mínimo», señalan. H