El Sindicato Unificado de Policía ha denunciado que la falta de uniformes para los agentes, desde hace más de un año, se ha convertido en un «problema acuciante» que «está a punto de obligar a patrullar de paisano». Los polos se llevan tanto tiempo que se les caen las letras y las botas presentan acusados signos de desgaste. El problema, asegura, se encuentra en una aplicación informática que regula la renovación de vestuario y no funciona correctamente.

Suela desgastada al límite. EL PERIÓDICO

Las Unidades de Intervención Policial (UIP) y en general, todos los policías destinados a tareas de Seguridad Ciudadana, son los más afectados por la ausencia de uniformes disponibles para la Policía, según la organización sindical.

Pantalón rasgado de tanto usarlo. EL PERIÓDICO

«No sólo se trata de ciertas unidades», denuncia la organización sindical, sino que «la carencia de uniformes para los policías nacionales es un problema que se extiende por toda España y aumenta con el paso del tiempo».

Así, asegura el SUP, los policías con turnos de seis días seguidos solo disponen de un polo para el servicio, «una situación que en algunos casos dura un año». Eso da lugar a que los polos pierdan las letras y a que haya agentes «obligados a salir a patrullar con pantalones rotos o uniformes descosidos». La situación del calzado, argumenta, no es mejor. Las botas de los agentes, explica el sindicato «se desintegran» de tanto llevarlas. Pero aun así los policías las utilizan mucho más allá de su vida útil.

El origen del problema, considera la formación sindical, se encuentra en la «ineficacia de la aplicación informática Avpol, donde los policías están obligados a solicitar las prendas de la uniformidad que deben sustituir por rotura o desgaste derivados de su trabajo». Desde que comenzó la pandemia, este sistema «no permite pedir las prendas». Además, la aplicación se limita a informar de la carencia de uniforme sin guardar el encargo, con lo que el problema se traslada al policía. Las tallas más habituales son las más afectadas por la falta de renovación.

El SUP lleva denunciando el problema «desde hace un año y en reiteradas ocasiones ante la Comisión de Seguridad y Salud Laboral Policial sin que la Dirección General de la Policía reaccione», aduce el sindicato.

Para el SUP, «la Administración está incumpliendo la normativa al no facilitar a los policías el uniforme oficial imprescindible, y provoca que los colectivos más afectados, los policías que realizan su trabajo de cara al público en la calle, den una imagen pésima del cuerpo en contra de su voluntad». La «inacción» de la DGP, argumenta, «ha permitido que el problema crezca hasta alcanzar las dimensiones actuales». Por todas estas razones, el Sindicato Unificado de Policía «exige una solución inmediata al problema».