A partir de lo ocurrido el pasado viernes en el pleno de la Diputación de Huesca, en el que la abstención socialista favoreció que saliera aprobada una moción del PAR que pedía la dimisión del ministro de Consumo, Alberto Garzón, cada día que pase va a ganar en intensidad (y emoción) lo que suceda en la convivencia entre el PSOE y Podemos en los gobiernos que ambos comparten en coalición, tanto el de España como en el de Aragón, donde además está también presente el PAR, autor de la moción que ha desatado el primer enfrentamiento público.

En Madrid ya es más que evidente la tensión entre el PSOE y Unidas Podemos, pero esta podría estar instalada ya en los pasillos del Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, con la decisión de los socialistas dirigidos por el presidente provincial oscense, Miguel Gracia. Al menos así podría interpretarse después de que, en declaraciones a este diario, la secretaria general de la formación morada, Maru Díaz, hablara abiertamente de «deslealtad» de los socialistas con la coalición del Gobierno de la nación y de lo «peligroso» que es el camino emprendido por el partido con el que también convive en el cuatripartito, un PSOE al que acusa de hacer seguidismo de la «política de bulos» de la derecha, con el PP como estilete principal.

«La deslealtad del PSOE permitiendo que se pida la dimisión de un ministro del Gobierno de coalición nos indigna y a quien hace más daño es a Pedro Sánchez, al que flaco favor le hacen. Esto supone una deslealtad hacia un socio de Gobierno, además de un hecho muy peligroso, pues supone hacer política en torno a bulos», ha dicho la líder de la formación morada en Aragón. En su opinión, ha añadido, «lo que debería hacer el PSOE es poner fin al ruido y blindar el Gobierno de coalición ante los ataques de una derecha que ya ha demostrado que la ganadería no le importa nada y que solo la utiliza como arma arrojadiza».

Pues nada más lejos de la posición de los socialistas en esta polémica. El secretario de Organización del PSOE aragonés, Darío Villagrasa ha respondido que desde el partido «no se ha marcado ninguna directriz de voto, respetamos la sensibilidad y las decisiones de cada territorio», además de que esta votación, la abstención, «está en la línea de la posición, ya manifestada y de sobras conocida del secretario general y presidente de la comunidad, Javier Lambán. «Apoyamos a los compañeros de Huesca», ha añadido.