El anillo que rodea Zaragoza se ha convertido en los últimos años en un imán para las inversiones empresariales. Zuera, Villanueva de Gállego, San Mateo de Gállego, La Muela, El Burgo de Ebro, Épila, La Cartuja y Pedrola forman parte de la nómina de municipios cercanos a la capital aragonesa y que serán el foco de una lluvia de proyectos que dinamizarán los corredores y las comarcas en las que se ubican. Estos son los principales focos de atracción de dinero en Aragón.

Corredor norte: El salto de Zuera tras el golpe de la crisis

Zuera vive ya el anuncio de crear un polígono logístico-industrial de 1,5 millones de metros cuadrados como una «oportunidad histórica». Este municipio, que supera los 8.500 habitantes, apenas tiene 380 parados, por lo que acaricia el pleno empleo aunque sufrió el duro golpe de la crisis de 2008. Su proximidad a Zaragoza, las buenas comunicaciones con la capital y Huesca, la cercanía del ferrocarril, las infraestructuras energéticas y la buena marcha de algunas de sus principales empresas, entre las que destacan el Grupo Jorge e IDE Eléctric, han espoleado el dinamismo del municipio cuya población ha crecido en más de mil habitantes en la última década. De los más de 8.500 vecinos, un 22% es población extranjera.

«Nos encontramos en un momento óptimo, muy positivo, con buenos niveles de empleo e importante presencia de empresas en los polígonos», subraya el alcalde de Zuera, Luis Zubieta. De hecho, en el último año, este municipio ha escalado hasta colarse en el top ten de las localidades más ricas de Aragón, con 27.075 euros de renta, según los últimos datos de la Agencia Tributaria.

Todo ello ha sido posible gracias a la llegada de empresas y al aumento del empleo. En el polígono El Campillo se ubica uno de sus grandes motores económicos, el grupo Jorge, donde trabajan más de 2.500 personas. El esplendor vivido por el sector porcino ha impulsado la actividad de esta compañía que ha invertido 135 millones en su matadero y en el que sigue creando nuevos empleos.

El polígono de Los Huertos es otro de los epicentros productivos de Zuera. Allí se encuentra IDE Electric, empresa especializada en la fabricación de envolventes plásticas, armarios metálicos y tomas de corriente para la distribución eléctrica en baja tensión y para el sector de las telecomunicaciones. Exporta más del 70% de su producción y cuenta con más de 250 trabajadores. Precisamente, el polígono logístico e industrial de 150 hectáreas se desarrollará en Los Huertos Norte, muy cerca de IDE. El tercer centro empresarial de Zuera es Los Llanos, que ocupa una extensión de 34 hectáreas, aunque todo será insuficiente para satisfacer el interés de las empresas por instalarse allí.

El crecimiento de Zuera va parejo al aumento de la oferta residencial en el municipio, sobre todo en Zuera sur, una zona que ha despertado el interés de varias promotoras inmobiliarias. «Somos receptores de trabajadores, no solo de los municipios limítrofes, también de Zaragoza», apunta el alcalde, que confía en que en un plazo de dos años lleguen las grandes empresas que están deseando instalarse en este municipio en expansión. La agroalimentación, la industria y la logística pueden ser sus puntas de lanza. 

Corredor sureste: El Burgo se sube a la nube de Amazon

El Burgo de Ebro se ha puesto en el mapa del desarrollo tecnológico de Aragón de la mano de Amazon Web Services (AWS). El centro de datos de la multinacional, que tendrá sus réplicas en Villanueva de Gállego y Huesca, supone un salto cualitativo para la economía de un municipio que ha pivotado históricamente en el sector papelero. Saica y Tronchetti no solo han dinamizado la actividad de esta localidad de la comarca de la Ribera Baja del Ebro sino que ha atraído a nuevos residentes, aunque menos de los deseables, según reconoce su alcalde, Vicente Royo. «Somos un municipio que crea más empleos que habitantes tiene», dice satisfecho, mientras añade que esa tendencia seguirá al alza en próximos años, ya que se espera la llegada de nuevas inversiones y grandes empresas.

«Estamos en negociaciones con empresas y hemos establecido contactos y reuniones con inversores interesados en instalarse aquí», asegura Royo, lo que va a obligar al municipio a ampliar el suelo industrial disponible para hacer frente a esa demanda empresarial. «Lo que tenemos se nos va a quedar pequeño y vamos a necesitar más suelo no tardando mucho», aventura el primer edil mientras repasa las hectáreas que suman sus dos grandes polígonos industriales, el Espartal I y Espartal II.

En el primero de ellos se ubican las papeleras Saica y Tronchetti, aunque Royo considera que este polígono industrial se verá ampliado en los próximos años, al menos en 14 o 15 hectáreas más. En el segundo se encuentra el centro de datos de AWS, que ocupa una superficie de 155.000 metros cuadrados, y que podría ponerse en marcha a partir de junio de este año. Pero la nómina de empresas es mayor. Allí también está Maquinza (maquinaria), Transverich (planta de lavado para camiones) y otras que han ido ampliando en los últimos años. A todo ello, hay que sumar el polígono de La Noria, que suma 30 hectáreas y que está ocupado al 100%.

Con este escenario, no es de extrañar que la tasa de paro en El Burgo de Ebro (algo más de 2.600 habitantes) sea «residual» y afecte a poco más de 120 personas. No solo eso sino que el municipio se ha convertido en un posible lugar de residencia para quienes trabajan allí. De hecho, algunas empresas de la construcción han lanzado promociones para atraer a nuevos residentes. En concreto, son cuatro las empresas que han iniciado las primeras fases de las promociones, que suman 38 viviendas.

Otro aval que cimenta el futuro de El Burgo de Ebro es el desdoblamiento de la N-232. El alcalde confía en que la conexión del municipio con Fuentes de Ebro esté lista a mediados del 2023, lo que podría elevar el atractivo de este municipio zaragozano. 

Corredor noroeste: Pedrola se aferra al músculo industrial

Pedrola es sinónimo de automóvil. Como lo es Figueruelas, Alagón y otros municipios de la Ribera Alta del Ebro que tienen en la industria su mejor aliado para abrazar el futuro con garantías. En este corredor, Stellantis y el influjo de las empresas auxiliares se han convertido en el mejor argumento para atraer inversiones, según reconoce la alcaldesa de Pedrola, Manuela Berges, que explica que pese a los altibajos que ha sufrido el sector del automóvil existen «buenas perspectivas» y son ya varias las empresas logísticas y proveedores de PSA que han establecido contacto con el ayuntamiento.

Las expectativas son muchas porque Aragón podría albergar una gigafactoría de baterías eléctricas y eso redundaría en un mayor desarrollo de la zona. Pero más allá de ello, el salto hacia la electromovilidad y la llegada de nuevos modelos a Figueruelas (Peugeot 308 y Lancia Ypsilon), como avanzó este diario, pueden atraer nuevas inversiones.

El polígono de El Pradillo es el punto neurálgico de la actividad económica en Pedrola. Allí se encuentran grandes empresas como Magna, Arcelor, Adient y Gestamp, entre otras, a las que cada día acuden miles de trabajadores para suministrar piezas a la factoría de Stellantis en Figueruelas. Las buenas expectativas han obligado al consistorio a llevar a cabo una modificación del PGOU para ampliar el polígono de El Pradillo. Y todo ello, a pesar de que la crisis de los semiconductores ha afectado a la actividad económica de estos proveedores, algo que parece que se va normalizando. 

Este municipio tiene algo más de 3.500 habitantes y su población apenas ha variado en los últimos años. Su cercanía a Zaragoza es un activo pero también un freno para la llegada de nuevos residentes. De hecho, muchos trabajadores van y vienen a la capital aragonesa cada día. «No hemos crecido, pero nos hemos mantenido en los últimos años», subraya Berges.

En los años 80, la actividad económica de esta población pivotaba sobre la agricultura. La industria, en cambio, era algo residual. Pero la llegada de General Motors en 1982 dio un vuelco a la configuración del tejido productivo de Épila. No es de extrañar, por tanto, que en el ránking de las ocupaciones más demandadas figuran los peones de las industrias manufactureras. En estos momentos, el nivel de desempleo apenas alcanza el 10% de la población activa, ya que poco más de 220 personas están sin trabajo. Y es que, como señala su alcaldesa, la industria lleva aparejada también la llegada de servicios al municipio.

Otro de los focos de inversión están siendo las energías renovables. De hecho, Berges subraya que son muchas las compañías que llaman a la puerta. Tanto es así que considera que se está viviendo un boom sobre todo en fotovoltaica, aunque reconoce que es imposible dar respuesta a todos los proyectos. Épila, no obstante, es sinónimo de automoción.