A lo largo del año 2021 fueron 101 las personas que se registraron como usuarias del Plan Aragón Retorno Joven que, impulsado por el Gobierno de Aragón en el año 2018 y desde entonces coordinado por el Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ), ofrece la posibilidad a jóvenes que viven fuera de la comunidad de volver a instalarse en el territorio.

Uno de esos jóvenes es David Somolinos, que en 2015 marchó a Panamá en busca de las oportunidades laborales que por aquel entonces la capital aragonesa no podía ofrecerle. Ahora ha regresado a Aragón, donde ha formado una familia. «Había terminado la carrera de arquitectura técnica después de hacer un grado superior y en ese momento estaba sin trabajo y me dedicaba a mandar curriculum, hacer cursos, estudiar inglés...prácticamente a hacer lo típico de cuando estas buscando trabajo», relata el aragonés.

Animado por un compañero de profesión, el joven tomó la decisión de dejar la ciudad y trasladarse a país centroamericano. Poco tiempo después encontró a la que es su actual pareja y dos años después tienen a Olivia, su primera hija. «En Panamá vivíamos muy bien, es un sitio que tiene cosas malas pero también muy buenas», añade el joven.

La pandemia fue el motivo que precipitó la vuelta de la familia. «Allí el confinamiento fue mucho más largo y más duro. Cuando pudimos salir había mucha más pobreza y mucha más delincuencia y es entonces cuando, aunque no era nuestra primera opción comenzamos a pensar en volver a Aragón.

«Sabíamos que había puestos aquí para el trabajo de mi pareja y yo conocí el Plan Retorno»

El próximo febrero se cumplirá un año del regreso de la familia. «Sabíamos que había puestos aquí para el trabajo de mi pareja y yo conocí el Plan Retorno» David reconoce la labor de los encargados del IAJ que llevaron su caso, «fue muy útil, había un trabajador que te asesoraba específicamente sobre un asunto», cuenta. «Hablar con cualquiera de ellos durante una hora era mucho más productivo que mis búsquedas por internet y nos fue muy útil a la hora de gestionar todo el papeleo y la burocracia» añade. En cuanto a las ayudas que el programa ofrece en el caso de esta familia pudieron acceder a la financiación de una parte de sus gastos. «Nos ayudó a pagar los billetes y la mudanza. Veníamos de muy lejos y traíamos un contenedor con todas nuestras cosas», explica.

99 Jóvenes han regresado

En este 2021, fueron 99 los jóvenes que pudieron regresar. El gerente del Instituto Aragonés de la Juventud, Adrián Gimeno, asegura que el balance de los resultados de este programa es muy positivo, tanto que incluso se ha decidido mantenerlo. «En principio era un plan que tenía una duración de 4 años y que debía finalizar este 2022 pero vistos los resultados y visto que todavía hay demanda de usuarios que quieren volver a Aragón hemos decidido mantener el plan como un servicio más dentro de los que ya ofrece de forma habitual el instituto aragonés de la juventud y poder así seguir ofreciendo ayuda a todo el que quiera regresar», explica Gimeno.

Los requisitos para formar parte de este plan incluyen ser menor de 36 años y tener una vinculación con Aragón, es decir, haber nacido en el territorio o haber estudiado o trabajado durante una temporada en la comunidad. Además, aquellas personas que no cumplan con el requisito de la edad igualmente podrán beneficiarse de las redes de apoyo. «En ningún momento estamos dejando fuera a ningún residente por no ser joven, se les ofrece el mismo apoyo y la misma asesoría el único punto al que no podrán acceder es a las ayudas económicas», puntualiza el gerente del IAJ

Este programa aragonés presenta como características innovadoras que no solo se centra en ofrecer ayuda económica sino que se trata de un proceso total e individualizado. «Nuestro compromiso es está en que cuando un nuevo usuario se registra a través del formulario de la página web en menos de 24 horas, una tutora, es decir una de las trabajadoras del IAJ se pone en contacto con la persona para poder dar comienzo al proceso», explica Gimeno. El acompañamiento que se realiza es completamente integral y abarca un total de cinco aspectos: laboral, emocional, de movilidad, la vivienda y la posibilidad de emprender. «Cada caso es único y lo primero que hacemos es ver cuales la situación en la que se encuentra y a partir de ahí ir cubriendo necesidades». La atención individualizada es otra de las características que ayudan a que el plan este obteniendo tan buenos resultados. «Desde el principio ya establecimos que el plan fuera flexible y que fácilmente pudiéramos ir cambiándolo según las necesidades de los usuarios», añade Gimeno.

"Desde el primer momento nos dimos cuenta de que existe una gran cantidad de personas que sufren un duelo migratorio o un choche cultural inverso"

La mayor parte del trabajo que se realiza es desde un punto emocional y psicológico. «Desde el primer momento nos dimos cuenta de que existe una gran cantidad de personas que sufren un duelo migratorio o un choche cultural inverso porque el lugar al que están volviendo no es igual que el sitio que dejaron hace unos años al emigrar», explica Gimeno.

En cuanto a las ayudas económicas desde el IAJ apuntan que se ofrecen de manera anual y que los usuarios pueden acceder hasta un máximo de 3.000 euros con los que sufragar distintos puntos el proceso de regreso como la movilidad, la vivienda o el traslado de enseres. «Cuando vuelves después de ser independiente durante bastante tiempo lo habitual es que no quieras volver a instalarte en casa de tus padres o en casa de amigos porque da la sensación de que es como ir hace atrás por ello cuando es necesario financiamos los primeros dos meses de alquiler», explica el director. Lo mismo ocurre con aquellos que decide emprender o que trabajan como autónomos y necesitan un lugar donde ejercer su labor profesional. «También financiamos los dos primeros meses de alquiler de despachos o espacios para trabajar , la clave es ayudar al principio hasta que la situación de los jóvenes que vuelven a instaurarse en Aragón», añade.

La diversidad de perfiles se refleja en el programa pero aun así hay algunos parámetros que se mantienen más estables. «La mayoría de las personas que solicitan asistencia vienen de otras partes de España, Reino Unido y Alemania lo cual no es de extrañar porque en el extranjero ambos países cuentan con una colonia de españoles que después de la crisis financiera tuvo que emigrar en busca de oportunidades laborales y dentro del esa comunidad, obviamente hay también aragoneses», explica el director del IAJ.

Las empresas apuestan por contratar a perfiles específicos

Desde que el programa se pusiera en marcha en el año 2019 son ya 151 las empresas que forman parte del Plan Aragón retorno joven, un circunstancia que parecería extraña al o trabajar en campañas de sensibilización para la promoción del trabajo que se está realizando en el Instituto Aragonés de Juventud. «Durante los primeros meses y cuando apenas teníamos usuarios lo primero que hicimos fue informar a los distintos clúster de los beneficios de apostar por estos perfiles con una experiencia muy alta», explica Gimeno

 La mayoría de la usuarios son perfiles con estudios de grado y máster y con mucha experiencia en el sector del que provienen. «Tanto las pymes como las multinacionales que participa en este proceso tienen la oportunidad de evaluar los perfiles que están optando a los puestos y en muchas ocasiones incluso se ha llegado a diseñar puestos a medida para no desaprovechar el potencial de un talento joven que lo que está intentando es regrese a la comunidad de la que tuvo que emigrar», añade Gimeno.


La mayoría tiene claro cual es el lugar concreto al que desea regresar. «Zaragoza es lo más solicitado y realmente es lo más sencillo porque es donde hay más oportunidades. Hay muchos que son de una determina comarca de Teruel y ellos o vuelven allí o no vuelven », continúa Gimeno.

Entre las cuestiones iniciales que se tratan en el programa aparecen claves como la disponibilidad para realizar el viaje de vuelta o las expectativas frente a cuestiones como el emprendimiento. «Al final cada proceso es único, lo hay que tienen completamente decidido que van a volver y que tienen ya una oferta de trabajo firme y hay otros que simplemente quieren barajar opciones y ver que tienen disponible en caso de que quisieran volver y nuestra labor pasa por hacernos cargo de cada situación y tratarla según lo que necesitan y lo que demandan», concluye Gimeno.