La Junta General Ordinaria de la Comunidad de Regantes del Sifón de Cardiel ha dado el visto bueno al plan para ejecutar las obras de transformación de 5.300 hectáreas de terreno propiedad de 300 agricultores de los términos de Fraga (4.800 hectáreas) y Ballobar (853 hectáreas), en la provincia de Huesca, y que supondrán una inversión de 50 millones de euros, de los que el Gobierno de Aragón ha financiado la mitad. Se trata de una zona regable en la que el Gobierno de Aragón finalizó hace años las concentraciones parcelarias y en la que ya se han efectuado inversiones muy importantes en obras de caminos, drenajes y de regulación interna por parte tanto de la Administración autonómica como de la estatal.

La zona cuenta con un sector frutícola muy potente, además de una importante industria agroalimentaria, con lo que la transformación de los regadíos va a permitir la generación de un buen número de empleos tanto en la fase constructiva como en la etapa ya de explotación, dada la especial cultura de producción de frutales en los municipios de Fraga y de Ballobar, con una clara vocación exportadora, explica el Ejecutivo en un comunicado.

Por su parte, la industria agroalimentaria «podrá ganar en masa crítica y capacidad de competir en los mercados nacionales e internacionales y reforzar también todo el entramado de empresas de prestación de servicios vinculados al conglomerado agroindustrial, con la consiguiente generación de puestos de trabajo indirectos y el mantenimiento de la población a futuro en una zona rural cuya economía depende, básicamente, del sector agrario», añade el Ejecutivo. Se trata, además, de un proyecto que permitirá una mayor sostenibilidad tanto económica como ambiental, ya que es un regadío presurizado altamente eficiente en el uso del agua a través de sistemas de goteo o aspersión sin necesidad de bombeos.

El proyecto cuenta también con medidas específicas en el ámbito ambiental que se añaden al importante marco de protección ya aplicado a la zona de Monegros, con la creación por el Gobierno de Aragón de cinco zonas de especial protección de aves (ZEPA) que ocupan una superficie de 114.000 hectáreas.

En las concentraciones parcelarias ya se reordenó la propiedad de forma que los regantes tuvieran una parte de sus explotaciones en regadío y otra en la zona de ZEPA, lo que supuso además la reducción de 65.000 a 40.000 hectáreas actuales la zona de Monegros II, señala la DGA.

Desde 2016, el Gobierno de Aragón ha aprobado un total de 134 millones de euros para la finalización de obras de regadío en unas 29.000 hectáreas de la comunidad.