La Máscara de Ateca vuelve a salir por las calles de la localidad después de que el año pasado tuviera que suspenderse la festividad debido a la pandemia del coronavirus. La celebración, declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón en 1995, tendrá lugar desde este miércoles, aunque con limitaciones. A diferencia de años anteriores, en los que el singular personaje centraba toda la atención durante tres actos, este año, debido a la situación sanitaria, solo se han organizado dos: el encendido de la hoguera y la famosa subida al cerro.

La Máscara de Ateca es una de las celebraciones populares más famosas de la provincia de Zaragoza, que pese a haberse adaptado a los nuevos tiempos apenas ha cambiado en los últimos 125 años. Esta cita popular se vio influida por las tensiones que se vivieron en el siglo XIX entre realistas y liberales y entre carlistas e isabelinos, llegó a ser prohibida durante tres años en la Segunda República, y ha tenido que suavizarse atendiendo a nuevas costumbres que se han impuesto a las propias.

Este colorido personaje volverá a ser el protagonista de las celebraciones en honor del patrón, San Blas, gracias a sus esperadas apariciones ataviado con un traje de franjas verticales rojas y amarillas, un gorro, cascabeles, un sable y una cobertera (el pequeño escudo circular con el que ejerce su función protectora).

Programación en Ateca

Hasta que se desatara la pandemia del covid, el festejo comenzaba la mañana del 2 de febrero, festividad de la Virgen de las Candelas. La Máscara hacía su aparición en la plaza España para encorrer y asustar con su sable de hierro y su cobertera metálica a los muchachos que le esperan en la puerta de la casa consistorial y pequeños y mayores intentaban arrancar los cincuenta cascabeles que lleva encima. Este es precisamente el acto que no se hará este año por el covid. El Ayuntamiento de Ateca ha decidido programar únicamente dos: el encendido de la hoguera y la subida al cerro.

Tras correr durante la mañana, la Máscara volvía a salir por la tarde y, al llegar la noche, se preparaba una gran hoguera en la plaza de España, en torno a la cual se reúnen los vecinos y amigos del pueblo para cenar junto al personaje protagonista. Este año, el encendido de esta será el momento más esperado, ya que la Máscara aparecerá por primera vez, aunque no se repartirán dulces como otros años y solamente se procederá al encendido.

Al día siguiente, el 3 de febrero, se festeja el día del patrón, San Blas. A las 11.30 tendrá lugar la tradicional eucaristía, seguida de la procesión hasta la ermita y posterior subida de la Máscara al cerro. Tras recitar unos versos ante el santo, ascenderá al cerro, a los pies de la ermita, mientras los jóvenes del pueblo le esperarán en la cima armados con munición de fruta, que le lanzarán para evitar que cumpla su cometido de llegar hasta la cumbre. Una vez la Máscara alcanza la cima se formará un corro y se cantará la canción del puente de Alcolea.