Los sucesivos aumentos que ha experimentado el precio de la luz en los últimos meses afectan ya a prácticamente todos los sectores de la sociedad. En el caso de la ganadería y la agricultura de Aragón estas constantes subidas afectan a la forma de trabajo, a la producción, a los márgenes que reciben agricultores y ganaderos y los precios de los productos finales en las carnicerías.

La cadena comienza en la subida del precio del cereal con el que se elabora el pienso para alimentar a los animales, mayoritariamente al sector porcino cada vez más importante en la sociedad aragonesa. "Este años se ha notado mucho porque además de la materia prima con la que se alimenta a los animales, ha subido el precio de la energía y del gasoil que son mayoritariamente las dos fuentes de alimentación con la que funcionan las granjas pero el precio al que se paga la carne ha bajado", comenta Marcos Garcés, miembro de la junta directiva de UAGA.

El sector contabiliza la subida del precio de la electricidad en un 300% más que lo que se registraba en años anteriores. "Al final es algo que tampoco podemos solucionar, los animales necesitan unas condiciones para engordar y para mantenerse, no son como las maquinas que las puedes apagar y tenerlas paradas, los animales siguen comiendo cada día, no los vas a dejar morir", añade el ganadero.

Los ganaderos aragoneses se enfrentan a una subida generalizada de los gastos fijos. EL PERIÓDICO

En la mayoría de las ocasiones los efectos en el sector no se han visto tan agravados porque las granjas forman parte de empresas integradoras. "Cada año recibimos una cantidad fija por cada plaza y con ese dinero es con el que cubrimos los gastos", comenta el ganadero. "El que no esté integrado y vaya por libre lo pasará mal porque ha sido mucha subida de los insumos en muy poco tiempo", concluye.

Repercusión en las carnicerías

En el caso de la ganadería, el aumento del coste de la carne se ha dejado sentir con fuerza en las carnicerías, en el escalón de contacto con el consumidor. Pero los carniceros tratan de sujetar los precios con el fin de no perder clientela cuando la cuesta de enero acaba de terminar.

"No es que no haya subido la carne de calidad, sino que lo que ha pasado es que los precios aplicados en Navidad no han descendido", explica Ángel Calmache, de la carnicería Maestros del Corte, en el Mercado Central de Zaragoza. "Solo ha bajado el ternasco lechal y, levemente, el ternasco", precisa. "No había visto una cosa así en mi vida", resume.

"Ha subido todo, menos el cerdo, pero nosotros mantenemos los precios a pesar de todo", asegura Óscar García, que regenta la carnicería del mismo nombre, también en el Mercado Central. "La causa del incremento general es que ha subido todo, desde la luz al transporte", declara el carnicero, que hace hincapié en que ya en origen se ha registrado un aumento de costes que repercute en el resto de la cadena.

Esta situación, coinciden los carniceros, hace que la gente se sujete y reduzca gastos. "Es algo obligado, pues si suben los impuestos y los sueldos no siguen el ritmo del IPC, de algún sitio hay que quitar", manifiesta Calmache.