Se refiere comúnmente Javier Lambán, presidente de Aragón, a los 15 puntos que propuso como las claves del futuro en el Debate sobre el estado de la comunidad. La agenda que canta más allá de 2023, año de elecciones, incluye el objetivo del pleno empleo, un plan de Atención Primaria, la digitalización, la vivienda de alquiler para jóvenes, el pacto sobre política energética, los objetivos deportivos de 2030 (JJOO en el Pirineo y Zaragoza sede del Mundial de fútbol) o el impulso del aeropuerto de la capital, entre otros. No obstante, tiene como primer punto, «y el más importante» a los ojos del presidente, el impulso decisivo a la Formación Profesional, que entiende como «la más eficaz política activa de empleo». Para ello, la DGA ha anunciado esta mañana que invertirá hasta 2024 más de 220 millones de euros en una estrategia que servirá para cualificar a 200.000 aragoneses, digitalizar el sistema productivo y darle un espaldarazo definitivo al nivel de empleabilidad, que alcanza nada menos que el 90% en los seis meses que suceden al final del curso correspondiente de formación.

La consejera Gastón y el presidente Lambán. | ANDREEA VORNICU

Desde 2016 se han incrementado más de 100 nuevos ciclos de FP, se ha impulsado la modalidad dual y el campus digital, lo que ha contribuido a reducir la tasa de abandono escolar temprano en Aragón en ocho puntos, otro de los datos destacados esta mañana en la nueva Estrategia para la cualificación y el empleo a través de la Formación Profesional, presentado por Lambán junto al consejero de Educación, Felipe Faci; y la consejera de Economía, Marta Gastón, que se han reunido con una amplia representación de los agentes económicos y sociales de la comunidad. Estuvieron empresas como Amazon, Opel, Endesa o Arpa; centros de FP, escuelas de formación, clústeres, institutos como Itannova o Walqa, y fundaciones que trabajan en construcción o hidrógeno, por decir.

El Inaem ofrece 2.500 cursos para 33.000 alumnos

Actualmente son 26.750 los matriculados en FP básica, grado medio o superior en Aragón, un 30% más que hace cinco años, lo que ha repercutido en la reducción de la tasa de abandono escolar prematuro, que ha caído del 20% en 2015 al 12,4% en 2021, por debajo de la media nacional y entre las seis comunidades con mejores cifras. La formación está dirigida a las personas trabajadoras, tanto ocupadas como desempleadas, lo que les permite mejorar su empleabilidad incrementando su cualificación en función de las necesidades del mercado laboral. A través de los programas del Inaem están ejecutándose más de 2.500 cursos para 33.000 alumnos.

La pretensión es invertir en sectores clave de la economía aragonesa, lo que se realizará de dos modos: por un lado, a través de la formación de más de 50.000 jóvenes que se van a incorporar al mercado laboral; por otro, a través de la cualificación de más de 150.000 trabajadores en activo para adaptarse a los nuevos empleos o necesidades de la economía aragonesa.

En los últimos años se está trabajando en mejorar la empleabilidad en sectores como la agroalimentación, las renovables, automoción, logística, economía circular, construcción o industria farmacéutica, lo que está influyendo en que Aragón se haya convertido en foco de atracción para la implantación de nuevas empresas.

Los beneficios de incrementar la oferta de FP empiezan por impulsarla «a pie de obra», ha dicho Lambán. Es decir, de la forma más próxima a los emplazamientos donde luego serán requeridos los profesionales ya formados, al tiempo que se busca un desarrollo equilibrado y homogéneo del territorio, redundando en el combate contra el fenómeno de la despoblación.

La FP se ha convertido en Aragón en un motor de futuro gracias a una oferta ambiciosa que llega a todo el territorio, según explica la DGA, que informó que desde 2016 se ha incrementado la oferta de FP en más de 100 nuevas especialidades (6.000 nuevas plazas formativas en centros educativos), lo que ha tenido su reflejo en una alta empleabilidad que llega al 90% a los 6 meses de acabar los estudios. Además, y solo en los dos últimos años, desde la formación profesional se ha cualificado a 50.000 personas.

Lambán: «La Formación Profesional debe tener capacidad de adaptación a la economía para formar a gente para puestos que son necesarios».

Esta apuesta por la FP, además de la mejora de la cualificación, está consiguiendo que se gane alumnado, con un crecimiento del 30% en solo cinco años. «Hay ofertas de trabajo actuales que no pueden ser cubiertas por el Inaem por falta de personas cualificadas», ha señalado Lambán, que busca que la FP alcance un nivel de excelencia. «La Formación Profesional debe tener capacidad de adaptación a la economía para formar a gente para puestos que son necesarios».

Además, se va a seguir incidiendo en la FP dual, que combina la docencia con las prácticas y en la que colaboran en la actualidad 230 empresas. Entre ellas, por ejemplo, Térvalis, cuyo director de Recursos Humanos, Juan Borregón, celebra «cualquier iniciativa que acerque el programa educativo a lo que necesitan las empresas.

Por su parte, la directora de la Escuela de Hostelería San Lorenzo de Huesca, Teresa Castaño, ha destacado que este sistema formativo «funciona de maravilla» con una alta empleablidad porque, de hecho, el propio sector empresarial acude al centro a buscar personas formadas».