Turolense, hijo de minero y bregado en la negociación con los sindicatos. Así es el nuevo presidente de la patronal aragonesa CEOE Aragón, Miguel Marzo Ramo (Las Parras de Martín, Teruel, 1959), que lleva 36 años trabajando en una de las mayores empresas de la comunidad, Pikolin, los diez últimos como director de Recursos Humanos. Por eso sabe bien lo importante que es dialogar con los representantes de la plantilla para llegar acuerdos. Dedica su tiempo libre a la familia y los amigos, hace grandes caminatas los fines de pasión y le entusiasma ver los partidos de fútbol que juega su hijo, de 23 años.

¿Cómo se encuentra el tejido empresarial de Aragón?

Con buena salud. Tenemos sectores estratégicos en los que estamos muy bien posicionados, con empresas que son referentes a nivel nacional e internacional. Podemos ser optimistas.

Sobre la recuperación económica hay visiones contrapuestas, ¿cuál es la suya?

Estamos en recuperación, pero sobre qué. En 2021 hemos recuperado la mitad del PIB que se perdió en 2020. Evidentemente las cosas están mejor que al inicio de la pandemia, pero falta camino por recorrer. Hay mucha incertidumbre y complejidad. Es difícil predecir qué ocurrirá. Las cosas cambian de un día para otro.

¿Es optimista o pesimista?

Soy muy optimista para todo, también sobre la economía. Pero la situación es compleja. Hay un tema que me preocupa especialmente que es la inflación. Tengo la sensación de que no va a ser coyuntural. Llevamos ya un año y ha afectado de forma desastrosa a las cuentas de resultados de las empresas, que no podemos repercutir en los precios estos incrementos de materias primas.

El mercado laboral sí está evolucionando positivamente.

Sí. Los datos son buenos. Se ha recuperado parte del empleo que se perdió con la pandemia, pero no dejamos de tener tres millones de parados en España. No podemos acostumbrarnos a vivir con estos números, aunque es verdad que en Aragón la situación es mejor.

A pesar del elevado paro, hay sectores que dicen tener problemas para encontrar mano de obra.

Es una de las cosas que más me preocupan y la sociedad no es consciente de ello. Es un tema que hay trabajar bien. Estamos teniendo problemas par cubrir muchos puestos en las empresas y no solo en el campo de las nuevas tecnologías. Faltan soldadores, torneros, perfiles cualificados en la construcción, camioneros... hasta camareros.

Igual no se paga lo suficiente.

Hay que hacer atractivos los puestos. A lo mejor es uno de los problemas que habría que analizar, pero no me consta que sea por eso. El salario mínimo hay que pagarlo en todos los sitios.

¿Cree que debe subir este año?

Hay que tomar las decisiones en los momentos adecuados, de forma planificada y no espontánea. Puedo estar de acuerdo en que subiera cuando estaba en 700 euros, pero no un 22% de la noche a la mañana porque desestabiliza a todo el tejido empresarial.

Sin embargo, no ha dejado de crearse empleo.

No lo sabemos. Yo sé de empresas que ese año dejaron de contratar. Los costes laborales deben subir de forma planificada.

¿Qué le parece lo ocurrido en el Congreso con la reforma laboral?

Me dio pena. Es una imagen que nos la podíamos haber guardado porque transmite muy poca seriedad. Es un decreto ley muy importante y que se haya aprobado así deja un mal sabor de boca. Da pena que salga aprobada de rebote y no por el 70% o el 80% del parlamento.

Entiende el voto en contra del PP.

Tendría que haberse consensuado más a nivel político porque afecta a todos. Lo mejor es que hubiera tenido un consenso de la gran mayoría de los partidos.

¿Qué opina de la nueva norma?

Si analizamos cómo se ha sido la negociación, CEOE tenía que firmarla. Es una forma de minimizar daños, pero no es la reforma del mercado laboral que necesita España porque le quita flexibilidad y eso no es bueno. Las empresas tenemos que ser rápidas en la toma de decisiones y tener suficientes herramientas para hacerlo. Es bueno que se refuercen los ertes, pero son más para problemas estructurales, no para gestionar el día a día.

¿Qué objetivos se marca al frente del empresariado aragonés?

Seguir la pauta de Ricardo Mur, que ha hecho una gran labor en los ocho años que ha estado en CEOE de Zaragoza y Aragón, dando visibilidad a la empresa en la sociedad. Hay que seguir en esa línea y cumplir el plan estratégico que tenemos, con tres pilares. El primero favorecer las condiciones para que las empresas sean más competitivas. No hay que olvidar que competimos con todo el mundo y las 24 horas del día. También dar estabilidad financiera de la organización y poner a la empresa en el centro de todo para dar el mejor servicio. Solo me planteo estar un mandato, es decir, cuatro años.

¿Los gobiernos de Aragón y España ayudan a esa competitividad?

Tengo la sensación que a veces sí y otras no. No se pueden tomar medidas iguales para todo el mundo, porque las necesidades de cada sector son distintas. Hay que profundizar en las particularidades.

¿Por qué van a cambiar de sede?

El Gobierno de Aragón nos la pidió porque tenía una necesidad urgente para ubicar el campus de FP digital y esta sede se adaptaba a sus necesidades. Es un edificio emblemático que nos va a dar pena dejar, pero nosotros no necesitamos tanto espacio y es costoso de mantener. Se han conjugado los intereses del unos y otros.

¿Qué harán con el suelo que les ha dado a cambio la DGA?

Será para usos terciarios y la idea es hacer una residencia de estudiantes. Pero en mi mandato no vamos a construir nada. No tengo ninguna vocación de albañil.

¿Cómo ve la situación política?

Tienen que intentar llegar a acuerdos y quitar crispación, que no es buena para la sociedad. Hay que cambiar. No entiendo que los dos principales partidos no estén hablando todos los días. Más diferencias ideológicas que hay entre empresarios y sindicatos no puede haber y, sin embargo, casi siempre llegamos a acuerdos porque ponemos el bien común por encima de todo, aunque todos nos dejamos pelos en la gatera. Por eso, preservar la paz que tenemos los agentes sociales en Aragón va a ser también uno de mis objetivos principales.

¿Va a seguir en Pikolin?

Sí, yo vivo solamente de Pikolin.

¿Qué le parece a Alfonso Soláns su nombramiento?

Sin su apoyo y el del director general de Pikolin no estaría hoy aquí.