El Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón ha impulsado la instalación de ocho nuevos radares en travesías. Tal y como señaló el consejero José Luis Soro, responsable de esta área, aprovechando las obras de acondicionamiento y refuerzo del firme, también se aumenta toda una serie de actuaciones puntuales, como esta, que sirven para mejorar la seguridad vial.

Soro indicó que las travesías son tramos urbanos de carreteras en los que se concentra un elevado porcentaje de accidentes debido a las características del trazado, el uso de las mismas por parte de peatones y por un mayor tráfico local que se produce en las intersecciones, en las salidas de propiedades y en los accesos a caminos, entre otras.

Por su parte, el director general de Carreteras, Bizén Fuster, señaló que el Gobierno de Aragón viene colocando en los últimos años radares pedagógicos en el entorno de las travesías. Estos dispositivos tienen como finalidad informar a los conductores que se aproximan a la población de la velocidad real a la que circulan y, en aquellos casos en que la sobrepasen, «invitarles» a que la moderen para adaptarse a las señales que establecen límites de 40 y 50 kilómetros por hora.

Progresiva instalación

A finales de 2021 se acabaron de instalar, a través de un contrato de suministro, un total de ocho radares pedagógicos en ocho travesías de la comunidad. Así, cuenta ya con estos medios de control cinemático las localidades de Serraduy (A-1605), Mediano (A-138), Sena (A-131), Pancrudo (A-1510), Aguaviva (A-225), Oliete (A-1401), Alcalá de la Selva (A-228) y Muel (A-1101).

Se trata, en todos los casos, de poblaciones en las que la travesía constituye la arteria de mayor anchura, con características de carretera, lo que puede ser una invitación a determinados conductores para circular a una velocidad superior a la permitida.

La instalación de radares pedagógicos, que emiten una intensa luz con la velocidad captada a cada automóvil, se ha ido extendiendo progresivamente por toda la comunidad aragonesa con el fin de reducir al máximo el número de accidentes que ocurren en los cascos urbanos